No hay manera que un funcionario público se vuelva un prominente “empresario” de la noche a la mañana sin que exista una relación estrecha con el manejo de recursos públicos de manera ilegal, lo cual tiene una estrecha relación con las compras de gobierno, un tema que ha sido de estudio incluso por parte de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) por sus siglas en Inglés.
Y es que es precisamente en este juego de las adquisiciones de bienes y servicios donde se tiene el registro de los mayores escándalos de corrupción pues existen recovecos en la ley que permiten entramados que hacen factible el blanqueado de recursos provenientes de transacciones ilegales a todas luces, gran ejemplo de ello es la estafa maestra del sexenio de Peña Nieto, con lo que abusar del proceso de gasto público es la puerta hacia la riqueza desmedida. Según la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) el 57 por ciento de todos los casos de soborno en el extranjero se deben a la corrupción en las compras públicas, y ahí tenemos el caso Odebrecht, que terminó por enlodar a decenas de gobiernos.
La transnacional brasileña es emblemático pues justo el tema de obras es el más socorrido para manejos ilegales del presupuesto y blanqueo de dinero, la magnitud de los sobornos malversaciones y peculado además de abuso de funciones que dejó a su paso la empresa es ejemplo macro de lo que sucede desde municipios hasta gobiernos federales .
Hoy en Guanajuato, un grupo de ciudadanos busca poner candados para evitar que la corrupción se apodere de las contrataciones públicas pues encontraron que la mayor corrupción dentro del rubro de compras y licitaciones era en las obras públicas, 70 por ciento de ciudadanos encuestados ven irregularidades en procesos de compras y licitaciones públicas.
La entidad puede convertirse en punta de lanza para evitar acciones en detrimento de la competitividad, y en abono a la transparencia y buenas prácticas de gobierno, veremos el compromiso de las autoridades, Poder Ejecutivo y Poder Legislativo en entrarle en serio al tema. De otro modo no dejaremos la malsana práctica de meter la mano en el bolsillo ajeno.