Es increíble la sarta de tonterías, por decir lo menos, que han llevado a diputados del PRI, no solo avalar la propuesta presidencial de entregar al Ejército a la Guardia Nacional, despojando del carácter civil que debe de tener la seguridad para darle un rostro para el cual no han sido preparados los miembros de este cuerpo creado en el gobierno de la 4T.
No es que la GN sea incapaz, ni que sus elementos no puedan desarrollar las actividades propias de una policía civil, el tema es que se rigen bajo cánones diferentes y requieren preparación diferente a la que un cuerpo propio del Ejército con funciones específicas debe tener.
Ahora, luego del embate oficial a su dirigente, y de la persecución hecha a base de audio escándalos, los priistas doblaron las manitas y después de vociferar en contra de la propuesta presidencial, ahora están dispuestos a ponerle la cereza al pastel con la ampliación a 9 años más de la permanencia de militares y marinos en la Guardia Nacional.
El diputado Carlos Iriarte Mercado dijo que se trata de “darnos oportunidad de construir policías civiles y no poner en riesgo a las Fuerzas Armadas”, la misma cantaleta realizada desde hace más de 15 años en los que la apuesta constante ha sido golpear a las corporaciones civiles, sin dedicar ni dinero, ni proyectos específicos para la construcción de policías dignas.
Otra perla fue la declarada por el coordinador del PRI, Rubén Moreira, “Como está el país, si militares y marinos se retiran las tareas de seguridad pública Dios nos agarre confesados”. Claro porque nadie se ha ocupado de resolver el problema, nadie se ha ocupado de crear una corporación civil preparada y ahora de pronto se dan cuenta que la única solución es la “propuesta” por el Ejecutivo.
Al final nos damos cuenta que nadie en realidad se ha ocupado de dar fortaleza a las corporaciones civiles de seguridad, a ningún partido en el poder le ha interesado realmente solucionar las carencias que enfrentan las policías en el país, el descuido es evidente salvo honrosas excepciones.
Honor a quien honor merece, el Ejército mexicano es una institución que tiene todo mi respeto, pero como dice el dicho… zapatero a tus zapatos.