“Memoria selectiva para recordar lo bueno,
prudencia lógica para no arruinar el presente,
y optimismo desafiante para encarar el futuro”
Isabel Allende
Me parece absurdo, ilógico, ruin y mezquino, todo el odio que se desprende en especial en las redes sociales respecto a los actores que atienden la pandemia provocada por el coronavirus. Leo no opiniones sino gestos ofensivos que me hacen pensar que estamos poblados por simios (con respeto a los primates) y no por seres humanos racionales y sensibles a una situación crítica que cambiará para siempre a la humanidad.
Es de verdad decepcionante cómo hay quienes quieren sacar raja política de un asunto, en el que deberíamos estar más preocupados de velar por las condiciones de los más desvalidos, en el que deberíamos de preocuparnos más por evitar los contagios, por atender el sufrimiento de los demás y no de estar simplemente emitiendo opiniones absurdas respecto, por ejemplo, a respuestas técnicas, dadas sobre bases científicas.
Leo con tristeza cómo se hacen referencias negativas a los encargados de administrar los servicios de salud, entiendo el enojo que puede existir ante una respuesta que puede resultar lenta frente a la urgencia de atender la enfermedad, lo que no entiendo es la horda de bots utilizados para denostar, injuriar y envilecer a los funcionarios relacionados a la atención de la pandemia con el simple propósito de pegarle al partido en el poder.
Y no se trata de defender posición política alguna, se trata de entrar en el razonamiento lógico que toda información y mensaje emitido respecto a la enfermedad debe de ser de utilidad para paliar los efectos de la misma, debe de ser para orientar, debe ser para informar y permitir a otros tomar decisiones elocuentes y no para tirar lodo al contrincante pues estamos hablando de vidas humanas y no de las próximas elecciones.
Podrán decirme que es parte de la libertad de expresión, sin embargo a esos mensajes que lo único que buscan insisto es pegarle al oponente, son escritos que denotan ruindad no son más que un libertinaje que debería ser reprobado por todos. La polarización es lo que menos conviene en estos momentos, necesitamos solidaridad, más acción, con críticas, sin ser criticones.
