“Estoy cansada de quedarme callada o agachar la mirada durante todo este tiempo, o el simple hecho de ser juzgada sin saber la situación de todo el daño que esta persona me hizo tanto como psicológico y físico. Y es por eso que hoy decido romper el silencio, porque esta persona me amenaza en matarme o hacerle daño a mi familia ya estoy cansada de cada una de sus amenazas manipulaciones y chantajes”.
Este es el mensaje de una mujer desesperada, que literalmente fue molida a golpes por su ex pareja, mismos que quedaron en evidencia en las fotografías que Sam Barrios una joven leonesa que decidió no quedarse callada y exhibió la miseria con la que era tratada, agresiones físicas que dejarán sin duda una huella en la existencia de esta mujer.
Samantha, o Sam, como se le conoce en Instagram, corrió, digamos, con la fortuna de poder denunciar, pues la mayoría de los casos de violencia de este tipo terminan en feminicidio, un delito que cada vez se hace más visible y que de acuerdo a datos dados a conocer por el propio gobierno federal ha incrementado en un 15 por ciento en lo que va del 2022.
Llama la atención la denuncia hecha por esta joven, que no acudió a las autoridades competentes para hacerse visible y será interesante saber por qué recurrió a hacer público su caso mediante su cuenta de Instagram, y no ante el ministerio público, o ante las autoridades encargadas de atender este tipo de violencia como los institutos de las mujeres.
El caso prende muchas alertas, una de ellas ésta, la de la atención de las denuncias, pues no dudo que casos como el de Sam, abunden en la entidad y la desconfianza hacia las autoridades encargadas de atender este tipo de situaciones no estén haciendo lo conducente para atenderlos como se debe.
Y es que para nadie es desconocido lo burocrático que termina siendo esta atención, en donde si la mujer no va con señas evidentes de violencia, no basta con la simple queja de que es víctima de violencia, la indolencia es uno de los males del servicio público y por eso se recurre a otras herramientas para hacer a las víctima visibles.
Qué bueno que más de una autoridad puso atención a este caso, pero es primordial revisar la eficiencia al atenderlos de manera directa, pues es también responsabilidad de todos difundir los canales para hacerlo y evitar que los golpes lleguen a un feminicidio.
