Del comes y te vas al llamado a levantar el bloqueo a Cuba, no es de extrañar en lo más mínimo la posición del Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, pues en su ADN fluye esa proclividad de apoyo a los países comunistas, que en su momento tuvieron los sexenios de los presidentes del llamado priismo post revolucionario y que decayó con la llegada de los llamados tecnócratas o neoliberales, donde hubo roces importantes.
Fidel Castro, dictador cubano que llegó al poder tras la famosa revolución, tuvo siempre las puertas abiertas en México, son sabidas sus reuniones en la capital del país y sus ensayos previos al golpe contra Fulgencio Batista. Sobran las imágenes del revolucionario Castro reunido con presidentes mexicanos.
Luis Echeverría fue el presidente que estrechó los lazos con la isla y su gobierno, el comandante Castro, asistió a las ceremonias de investidura de los priistas Miguel de la Madrid, Carlos Salinas de Gortari y Ernesto Zedillo, y en general aunque en medio de altibajos y claroscuros la relación con la dictadura cubana fue buena. Hasta la abrupta ruptura que se dio durante el sexenio de Vicente Fox en aquella Cumbre Extraordinaria de las Américas donde se filtró la llamada del panista con Castro a quien le invita a retirarse de México después de la comida.
Es simple, en estos momentos estamos en una máquina del tiempo donde todos esos pensamientos y lógica del viejo priismo han renacido con Morena, no es difícil entender y hasta parece natural la defensa que ha hecho el mandatario federal de Cuba y de su gobierno (convertido en una dictadura herencial como la del viejo PRI en México) frente al embargo que mantiene los Estados Unidos hacia Cuba.
A todas luces estamos frente a una política exterior que abraza a los “movimientos de izquierda” independientemente del daño que pudieran padecer los países que los tienen el asunto es la solidaridad con el pensamiento comunista. México no apoya las dictaduras, apoya la libertad de los ciudadanos de elegir el tipo de gobierno que quieren, otra cosa son los mensajes que desde el gobierno se manden.
Miguel Ángel Puértolas