“El suicida no quiere terminar con su vida,
lo que busca es terminar con su dolor”
-El vendedor de sueños
No pretendo escribir un tratado respecto a un tema tan delicado como es el suicidio, lo único que pretendo es que se trate de entender que para cada uno, como individuo, vivir en confinamiento y el cambio súbito de circunstancias ante la pandemia lo vivimos diferente y en algunos momentos para algunos puede representar la oportunidad de su vida y para otros puede ser el lugar de no retorno.
Hay personas para los que las circunstancias que hoy se nos presentan representaron el punto de quiebre para tomar una decisión, tal vez la más difícil que alguien pueda tomar, como es la de arrebatarse la vida. Quiero entender según he platicado con algunos especialistas, para muchas personas esta situación que hoy tenemos terminó por ser un factor detonante para terminar por convencer a quien así lo decidió el dejar de existir.
Y es que la pandemia además del aislamiento ya de por sí difícil, para muchos ha representado la pérdida del trabajo, el acumulamiento de deudas, la pérdida tal vez de una posición económica, la depresión y con ello la serie de trastornos que también pueden derivar en acciones violentas que van desde las agresiones en familia hasta el daño autoinfligido.
El reportaje que hoy le presentamos en nuestras plataformas realizado por mi compañera Wendoline Adame, nos sugiere que hay un problema delicado, tan solo en el mes de abril 51 personas decidieron quitarse la vida, lo que nos preocupa es que de acuerdo a datos proporcionados por la Fiscalía General del Estado en al menos 15 meses no se había registrado tal cantidad de suicidios en Guanajuato.
Casi dos personas al día tomaron esta decisión, y tal vez la situación difícil que vivimos fue el factor agregado que los llevó a este callejón sin salida. No olvidemos que más allá del daño económico y a la salud que pudiera dejar el coronavirus, se suma el daño psicológico que dejará para millones el enfrentar la enfermedad, sus circunstancias y consecuencias. Tenemos un problema que atender y hoy se empieza a asomar una realidad muy complicada.
