Una cosa es el respeto a los derechos humanos, pero otra cosa es ver imágenes indignantes de delincuentes sometiendo a la autoridad ¿En manos de quién estamos? es en verdad preocupante saber que la máxima autoridad del país, que el comandante de nuestras fuerzas armadas, primero ordena liberar a un probado narcotraficante y luego que “también cuidamos a los integrantes de las bandas, son seres humanos”.
Esto ha llegado al límite de la aberración, por un lado difícilmente se castigan las violaciones a los derechos humanos cometidas por militares irresponsables, difícilmente se castigan las arbitrariedades y por otro lado se asume como una actitud responsable cuidar a la delincuencia organizada, esa que comete vejaciones contra los ciudadanos, esa que con sus actividades ha sido la responsable de de cientos de miles de muertes en nuestro país, esa que es responsable de la violencia, las desapariciones y el luto en millones de mexicanos, a esa, también ¿hay que cuidarla?
¿En manos de quién estamos vuelvo a preguntar? cuál es la política criminal de nuestras autoridades, si se supone que lo que deberían de estar haciendo es prevenir, reprimir o controlar la criminalidad en un tiempo y espacio específico, con resultados satisfactorios para los mexicanos, mismos que no han llegado hace 15 años en que se decidió emprender una guerra contra la delincuencia organizada.
Yo no quiero una autoridad enclenque, que sea doblegada por personas que violan la ley, quiero alguien que proteja a los millones de ciudadanos que trabajan y luchan por hacer de México un país mejor pese a los pésimos y corruptos gobiernos de todos los partidos que hemos tenido, y no que me vengan a decir que hay que cuidar a los criminales.
¿Y quién ha hablado de cuidar la vida de los niños, periodistas, policías, militares, y ciudadanos que han sido asesinados por estos criminales a los que hoy se dice que se les cuida?
Ya no entendí…
Miguel Ángel Puértolas