Cuando uno vive siempre en una casa, toda la vida en el mismo lugar tiende a maximizar lo malo que tiene la residencia donde se encuentra, se acostumbra a lo mismo de siempre y cuando hay algo bueno, pocas veces se sorprende de lo que sucede dentro, pues la costumbre lleva a evadir la sorpresa.
Ve siempre las mismas ventanas, el mismo exterior, las mismas paredes, y cuando cambian de color al ser la misma casa de siempre poco sorprende pues rápidamente se acostumbra a la mejora y tendemos a ver la cuarteadura de la pared y no el color de ésta.
Algunas veces me sorprende lo poco que se valora lo que sucede en Guanajuato, y no me refiero a los gobiernos sino a lo que hace su gente, pues toda política pública implementada, independientemente del partido en el gobierno, es ejecutada por ciudadanos, y la planeación, además de no andar descubriendo el hilo negro cada seis años en el caso del gobierno del estado ha trazado una línea que permite a la entidad contar con proyectos emblemáticos y políticas que han destacado a nivel nacional y han sido reconocidas a nivel internacional.
Creo que Guanajuato es un estado para presumirse, gente trabajadora que ha hecho posible que esta entidad pase de ser una estado agroproductor a convertirse en una potencia en la manufactura del sector automotriz, con visión a expandirse a la industria aeroespacial y buscando conseguir una preparación que permita a los jóvenes que ingresen a la fuerza laboral pasar de ser los armadores de autos y aviones a los diseñadores y por qué no hasta inventores de nuevas tecnologías y componentes que permitan mejores productos.
Basta de resaltar lo malo, en lo malo hay que trabajar y en efecto exigir a las autoridades resultados, pues hay un reconocimiento de que las cosas no están 100 por ciento bien en el tema de seguridad, pero tampoco vemos que se estén cruzando de brazos convirtiendo al estado en uno en el que sean los grupos delictivos los que manden.
He tenido la oportunidad espléndida de pasar parte de mi vida en 5 entidades diferentes, una de ellas es Guanajuato la última que me ha adoptado y en la que me siento parte de ésta mi “nueva casa”, eso me permite ver que hay 32 Méxicos diferentes y que en esta entidad una característica es que se ha pujado por ser número uno en muchas cosas y lo ha logrado, gracias a su gente y a quienes día a día salimos buscando un Guanajuato mejor.