“La historia será generosa conmigo, puesto que tengo la intención de escribirla”, es una frase atribuida al ex primer ministro británico, Winston Churchill, que describe claramente lo que estamos viviendo en México respecto a casos tan relevantes como Ayotzinapa, Colosio o Cassez-Vallarta, todos ellos casualmente sucedidos durante los sexenios más odiados por el actual gobierno oficialista.
Casual, un tema relevante como el de Manuel Buendía, ocurrido en un sexenio donde eran figuras centrales algunos de los actuales funcionarios del gobierno por ejemplo no se ha buscado la verdad histórica, así como está así se queda.
Expongo la situación, pues nos deja muchas dudas lo que hoy empieza a ocurrir con el asesinato de 43 estudiantes de la Normal Isidro Burgos, la historia hoy la escriben otros protagonistas y empiezo a pensar que no se está buscando llegar al fondo del asunto sino a reescribir los hechos, con una Fiscalía a modo, capaz de cualquier cosa.
Triste que realmente nunca sabremos lo que ocurrió, pues los “héroes” del sexenio de Enrique Peña Nieto, hoy son los villanos de la historia, pues dejaron de escribirla, y los guionistas de esta nueva trama nos dejan con la sensación de que no se está buscando llegar a la verdad, sino más bien una venganza política.
Y es que es imposible dejar de pensar en por ejemplo que por un lado se detiene al general José Rodríguez Pérez, por su presunta responsabilidad de la muerte de 6 normalistas y por otro lado se exonera a José Luis Abarca del caso, aunque sigue en prisión por otros crímenes.
La impunidad, las complicidades y la revancha evidente entre actores políticos, sin duda, son nubarrones que no dejarán ver la luz sobre lo que realmente pasó el día en que desaparecieron los estudiantes y como éste muchos otros casos vuelven a presentarse turbios en medio de supuestas intenciones de llegar a la verdad.
Ojalá les pudiéramos creer, ojalá que científicamente probaran sus dichos, pero estamos atrapados entre verdades históricas que cada quien escribe a su modo y conveniencia.
Miguel Ángel Puértolas