Para cualquiera que gusta de conocer y analizar la historia política, en México como en el mundo, es evidente que todo gobierno o régimen se desgasta en el tiempo. Por más exitoso que sea, con el tiempo la ciudadanía busca nuevas ofertas para gobernar. Siempre tendrá ventaja el partido o candidato que no ha gobernado, dado que promete cuestiones que es muy probable no quiera o pueda cumplir.
El fenómeno del desgaste natural de todo régimen de gobierno es multifactorial, pero en gran medida se debe a la psicología humana. Los sapiens tendemos a anhelar más aquello que no se tiene, solamente con un ejercicio meditativo constante podemos valorar lo que tenemos. Lo mismo sucede en política. Por más que un gobierno obtenga buenos resultados con políticas públicas exitosas siempre se desgastará en el tiempo, dado que llegará el tiempo en que la ciudadanía anhelará lo diferente, y siempre esperará más que lo que cualquier gobierno puede proporcionar.
Los gobernantes no son magos ni dioses, no son omnipotentes que pueden resolver absolutamente todos los problemas. Pero sí es imperativo que sean personas preparadas y éticas, y que toda su atención esté enfocada en cómo exponenciar la felicidad de todos, a la par de solucionar la mayor cantidad de problemas.
El caso de Morena es único en el mundo. Es un movimiento social que obtuvo su registro como partido y en tres años ganó contundentemente la Presidencia, y en menos de siete ya controlaba 23 de los 32 gobiernos estatales de México, así como mayorías en el Congreso federal y congresos estatales. Esto genera una gran oportunidad de hacer el bien y continuar con la visión de país por muchos años más.
El año que entra tendrá la elección más grande de nuestra historia, más de 20 mil puestos de elección popular en el país, con la renovación completa del Senado, de la Cámara de Diputados, nueve gubernaturas y ayuntamientos. Es obvio que Morena obtendrá resultados muy favorables. Pero el verdadero reto es continuar con la transformación y ser aún más efectivos en rubros como la innovación, la educación, el impulso del emprendedurismo y la ciencia, el cuidado del medio ambiente, así como el impulso de las energías verdes.
No solo queremos que Morena gobierne hasta el 2030, esto pasará al llegar una de las mujeres más preparadas y éticas que ha tenido México, la doctora Claudia Sheinbaum, sino que queremos que la visión de país tenga continuidad y tengamos gobiernos de Morena por lo menos hasta el 2042. Que así sea.