Cultura

Coaching poético

  • Taller Sie7e
  • Coaching poético
  • Martha Izaguirre

Palabras más palabras menos, T.S. Eliot ha dicho: “La gente de mar sufrirá el juicio del océano.” Ante tal contundencia en un verso, este artículo bien puede terminar aquí, mas tenemos el espacio de esta columna, lo que nos da oportunidad de responder las dudas existenciales por las que los seres humanos acuden al “coaching ontológico” o “coaching de vida”, recurriendo a su poema Cuatro Cuartetos, desde la traducción de José Emilio Pacheco (disponible en la red); y a la vez acudiendo a los textos multigénero (así dice en la contraportada) de Lizette Álvarez en su libro Retorno al Hogar (disponible en la página ITCA Tamaulipas). Les invito a leer los textos completos.

Todo ser humano enfrenta, de forma consciente o inconsciente, el definir cómo continuar la vida, con qué significado. L. Álvarez describe esta situación como el estar no en la sala, no en la recámara, no en el jardín, sino en el corredor de la casa de tu vida: “Una vez supe qué quería. Avanzada del tiempo. Una vez más supe qué quería. Avanzó el tiempo. Cada vez menos supe qué quería. Y avanzó el tiempo.” Eliot lo refiere así en su poema: “ecos de pisadas en la memoria, / van por el corredor que no seguimos / hacia la puerta que no llegamos nunca a abrir.”

La fórmula para dar sentido a la vida es hoy el producto estrella del coaching; cuando ya la poesía de Eliot ha concentrado en un párrafo toda la teoría del deseo: “Para llegar a lo que no eres / Debes ir por el camino en que no eres. / Y lo único que sabes es lo que no sabes / Y lo único que posees es lo que no posees/ Y en donde estás es en donde no estás.”

Escribir un colofón en la búsqueda de quién se es, y no esperar a un epitafio es oficio de poetas. Lizette declara sobre su ser: “Sobre las escrituras de este predio, el notario dé fe: No vivo aquí para gastar el tiempo, que me olviden, hacer vanos juramentos, esconder mi aura, instalarme en los rincones, aniquilar esperanzas, conformarme. Si a alguien le resulta demasiado, que no venga a mi casa.”

Y Eliot, con la certeza de que hacia adelante se camina sólo en el presente, siendo necesaria para el movimiento, la quietud, que mantiene al alma plena en cada preciso y precioso momento, advierte sobre el ser: “Pero no sé / Con cuál objeto perturbamos el polvo / Que vela el cuenco en donde están los pétalos / De Rosa / Y otros ecos.” _

Google news logo
Síguenos en
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.