La niñez debe estar en el centro de las políticas públicas, bajo un enfoque de derechos. Si queremos un futuro sostenible para nuestra sociedad, es necesario garantizar condiciones óptimas para su sano desarrollo y bienestar, que le permitan el ejercicio pleno de sus derechos, incluyendo la salud, educación, esparcimiento y recreación, y la cultura.
La primera infancia, que comprende a las niñas y niños menores de seis años, es una etapa decisiva para la vida de las personas, ya que sienta las bases para lograr el desarrollo de habilidades cognitivas y la capacidad de pensar críticamente a través de la estimulación temprana, mediante espacios que propicien la motricidad, experiencias sensoriales, momentos de juego, y fomento de la imaginación y la creatividad.
Sin embargo, las condiciones de vulnerabilidad como la pobreza, el hambre, la falta de una vivienda digna y un entorno familiar inadecuado, no solo provocan un bajo desarrollo físico, emocional y de su sistema inmunológico, sino que también afectan su permanencia en la escuela, sus habilidades sociales y su crecimiento intelectual. Por eso estamos convencidos de que la nutrición adecuada, la estimulación temprana, las oportunidades de aprendizaje, la protección y el cuidado sensible y cariñoso, son cruciales para que puedan alcanzar su máximo potencial. Desde esta óptica, la inversión en la niñez es esencialmente preventiva y de largo plazo; apuesta al futuro y a la sostenibilidad de una comunidad.
Convencidos de ello, desde el primer día de esta administración y bajo el liderazgo del gobernador Samuel García priorizamos la primera infancia como uno de nuestros proyectos estratégicos, impulsando acciones transversales desde el Gabinete de Igualdad para Todas las Personas. Asimismo, es uno de los ejes sustantivos de la Nueva Ruta: Incluir para ser Iguales, esfuerzo colaborativo, solidario y focalizado. Esta estrategia, con foco en infancias y juventudes, está encaminada a lograr la mayor reducción de carencias sociales en la historia de nuestro estado, a través de un sistema de protección social, universal y transversal. Ejemplo de estas acciones son la reapertura de las estancias infantiles, la puesta en marcha de los programas de educación inicial y capacitación de figuras educativas; el apoyo a las madres embarazadas y lactantes, y a las jefas de familia, y la implementación del Sistema Estatal de Cuidados.
Este año, junto con organizaciones públicas, privadas y sociales, desde la Secretaría de Igualdad e Inclusión nos hemos propuesto avanzar en cuatro líneas de acción: 1) desarrollo integral infantil, garantizando la existencia y adaptación de espacios públicos seguros y ambientes saludables y verdes; 2) competencias parentales y de crianza positiva; 3) prevención y atención de las violencias; y 4) profesionalización y desarrollo de las capacidades institucionales. Desde nuestro compromiso público y apelando a nuestra responsabilidad histórica, invitamos a todos los sectores a priorizar e invertir en la primera infancia, mediante acciones integrales y estratégicas. Solo así haremos realidad la aspiración de convertir a Nuevo León en el mejor lugar para nacer y vivir para todas las personas.