Política

'La Cuauhtemiña'

En el Mundial de Francia de 1998, Cuauhtémoc Blanco sorprendió al mundo con una jugada que quedaría registrada en la historia del futbol: La Cuauhtemiña. Saltó entre dos rivales con el balón sujetado entre los pies, desafiando las reglas de la física y el cálculo de los defensas. La jugada fue celebrada como símbolo de ingenio y creatividad.

Hoy, más de dos décadas después, esa misma jugada ha reaparecido en un escenario muy distinto. No es una cancha de futbol, sino el Congreso de la Unión. No se trata de driblar adversarios deportivos, sino de evadir un proceso judicial.

Cuauhtémoc Blanco, ex futbolista y legislador federal, tiene una denuncia de abuso sexual. Ante la gravedad de la misma, la Fiscalía solicitó su desafuero para iniciar una investigación formal. Pero en una sesión, la Cámara de Diputados votó para protegerlo con su fuero constitucional. Así, 291 legisladoras y legisladores decidieron no abrirle paso a la justicia, sino blindarlo del escrutinio legal. No me sorprendió el voto de los diputados, pero sí el de las diputadas.

Y, por otro lado, hay que decirlo, mi respeto a las diputadas del partido oficialista, quienes decidieron mantenerse firmes y votar por quitarle el fuero, aun y con las amenazas que han recibido. Se requiere valentía y congruencia para alzar la voz.

El fuero constitucional nació como una herramienta de protección para evitar persecuciones políticas y garantizar la libertad de expresión de las y los legisladores. Pero cuando se utiliza para obstruir investigaciones legítimas se convierte en un obstáculo para la justicia.

Hay que preguntarnos: ¿Debe seguir existiendo si impide que cualquier persona, sin importar su cargo, sea llamada a rendir cuentas ante la ley?

Y más aún: ¿Qué mensaje se envía cuando las instituciones que deberían defender a las mujeres deciden darles la espalda?

Lo más grave es que entre quienes votaron para conservar el fuero de Cuauhtémoc Blanco hubo personas que en el discurso se pronuncian a favor de la igualdad, pero que cuando tienen la oportunidad de hacer justicia desde su lugar de poder, votan por la impunidad.

¿Con quién están realmente? ¿Con las niñas, adolescentes y mujeres que cada día enfrentan violencias silenciadas? ¿O con quien ha sido denunciado y desde el poder evade la justicia?

La Cuauhtemiña política no fue una jugada ingeniosa. Fue una traición a quienes exigen un país más justo.

Pidamos cuentas a quienes votaron por proteger a Cuauhtémoc, porque no hay verdadera democracia si quienes gobiernan pueden usar su posición para eludir la ley.

Necesitamos repensar con urgencia la vigencia del fuero y preguntarnos si estamos dispuestos a seguir tolerando un sistema que permite que ciertos funcionarios estén por encima de la ley, o si debemos trabajar en consolidar una justicia que no dependa del fuero o la popularidad.

Y como ciudadanía tenemos que observar, cuestionar y exigir. Preguntar cómo votan nuestras y nuestros representantes. Exigir congruencia entre el discurso y la acción. Hoy, más que nunca, necesitamos valentía política y ética pública.

Que las diputadas y diputados se alineen con la justicia, no con los intereses.

Que las instituciones se pongan del lado de quienes alzan la voz, no de quienes la quieren silenciar.

A las mujeres de Nuevo León y de todo el país les digo:

La lucha por nuestros derechos no se negocia, ni se vota, ni se archiva.

Se defiende todos los días, en todos los espacios, con todas nuestras voces.

Y se gana cuando elegimos conscientemente a quienes están dispuestas y dispuestos a jugársela por nosotras.


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Martha Herrera
  • Martha Herrera
  • Secretaria de Igualdad e Inclusión de Nuevo León
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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