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Regresando al buen camino

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Después de las varias semanas de fiesta y desorden, seguramente nuestro cuerpo y mente claman por volver al buen camino, y ¿cuál es ese? El de honrarnos logrando un equilibrio entre alimentación saludable, actividad física, relaciones sociales sanas y tiempo y espacio para relajar la mente y alimentar el espíritu.

De entrada, unos días de desintoxicación alimenticia sería muy buena idea realizando un ayuno de alimentos sólidos por tres días o al menos restringiendo frituras, lácteos, carnes rojas, productos procesados y azúcar refinada por una semana.

Resulta que nuestra práctica favorita, el yoga, es excelente para el resto de los requerimientos de retorno al buen camino en este 2020.

Vale recordar que en cada postura se reafirman todos los músculos que nunca trabajan por separado sino en conjunto; unos soportando a otros. La práctica constante asegura el progreso en todos los niveles.

En automático, esto va regresando la armonía, la flexibilidad y la fuerza al cuerpo, pero otro de los grandes beneficios físicos y mentales del yoga es que nos enseña a respirar de manera consciente y completa. Mucho hemos hablado en esta columna sobre la enorme importancia de la respiración que, además de aportar oxígeno a las células, lleva Prana o energía vital que alimenta el ámbito físico pero también el mental.

Y como también hemos repetido en numerosas ocasiones, las bondades físicas del yoga son apenas la punta del iceberg de los incalculables servicios que produce en muchos otros niveles.

El doctor Singh Khalsa, de la Facultad de Medicina de la Universidad de Harvard, en su libro Your Brain on Yoga, explica los literales cambios que ocurren en el cerebro después de una hora de práctica. Khalsa registra dos grandes aportes: aumento de la sensación de felicidad y reducción significativa del estrés.

Según estudios llevados a cabo en la Universidad de Boston, durante la práctica del yoga aumentan en el cuerpo los niveles de dopamina y oxitocina, pero también de GABA, un neurotransmisor que afecta directamente al sistema nervioso central y calma la actividad cerebral aumentando la capacidad de relajación y concentración, y reduciendo la cantidad de cortisol en el cerebro, la llamada hormona del estrés.

La práctica yóguica desalienta la competencia, por lo que practicar en grupo resulta muy enriquecedor. A nivel espiritual, el flujo energético y la mente en calma generan un proceso de autoconciencia que puede traducirse como iluminación. 

(Con información de expansion.com y yogayogui.com)


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@marien_camino7


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Marién Estrada
  • Marién Estrada
  • [email protected]
  • Periodista egresada de la Universidad Iberoamericana, especializada en temas de cine y conciencia. Desde 2015 escribe la columna "Mente y Cuerpo Sanos" en Notivox Diario. Es autora de "Yoga en tiempos sociales".
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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