
Cumpliendo con lo prometido, hoy continuamos profundizando en el tema del yoga somático —cuyo nombre recordemos, se toma del Sistema Nervioso Somático, responsable de los movimientos musculares del cuerpo—; un estilo de yoga cuyas posturas se realizan con el propósito de reconectar las vías neurológicas de los nervios sensoriales y motores.
Las posturas de yoga somático en general se realizan de manera sentada o tendidas sobre la espalda, a través de las cuales se puede curar el dolor crónico, corregir la postura y ayudar a revertir la “amnesia sensomotora”, donde el cerebro olvida la capacidad de controlar el movimiento de ciertos músculos.
Como explica el portal tummee.com, las posturas de yoga somático, junto con la respiración, crean atención plena en cada uno de los movimientos sutiles del cuerpo relacionados con las articulaciones y los músculos para liberar la tensión; también promueven una fascia más saludable que hidrata los tejidos y aumenta el rango de movimiento del cuerpo al lubricar las articulaciones:
“Estas asanas ayudan con el dolor de espalda crónico, la corrección postural, la escoliosis, el dolor en el cuello o los hombros y dolores de cabeza. Asimismo pueden ser benéficas en dolencias más graves como la enfermedad de Parkinson, el trastorno de estrés postraumático y la fibromialgia”.
Tres buenas posturas de yoga somático son Sukhasana o la postura Fácil con curva lateral, Viparita Karani y Supta Matsyendrasana II. En la primera, con la compresión y el estiramiento más profundos, hay mayor margen para el uso eficiente de los pulmones, una profunda estimulación de los órganos internos y una mejor flexibilidad y fuerza de los músculos involucrados.
En Viparita Karani, la sangre impura del sistema venoso circula mejor con las piernas hacia arriba y reduce la presión sobre el corazón. Además, después de desarmar la postura y llevar las caderas y las piernas a una posición neutral, la sangre fresca se libera hacia estas áreas. Esto ayuda a mantener el cuerpo ligero, flexible, sano y joven.
Finalmente en Supta Matsyendrasana II, la Torsión espinal supina, el enfoque principal apunta a relajar la columna vertebral con el giro de las caderas que calma el cuerpo y la mente.