Hace unos días, en una entrevista sobre mi libro Yoga en redes sociales, una conductora me preguntó por qué los cuerpos de los yoguis son tan fuertes y armónicos. La respuesta es que durante la ejecución de las asanas, cargamos nuestro peso corporal y eso ayuda a desarrollar músculos en justa armonía con nuestra estructura.
Resulta que los ejercicios con peso corporal aumentan la flexibilidad y movilidad. Estirarse diariamente de esta manera mejora de forma natural la amplitud de movimiento en las articulaciones y hace a los músculos más flexibles. Usar la resistencia del propio peso corporal desarrolla y preserva los músculos, optimizando además la estabilidad y equilibrio del tronco.

Cuando realizamos práctica de asanas, entramos en contacto con toda la musculatura que se activa para mantener el equilibrio y esto, de acuerdo al portal mejorconsalud.com, puede reducir la proporción cintura-cadera en adultos sanos, así como el índice de masa corporal (IMC) en personas con sobrepeso u obesidad. Asimismo, las posturas restaurativas, que se mantienen más tiempo, mejoran los niveles de glucosa en ayunas, lo que ayuda a la salud metabólica”.
El yoga, haciendo honor a su nombre, nos recuerda que somos una totalidad unida, a nivel interno y con todo lo que nos rodea, y a nivel físico reconecta al unísono todos los puntos del cuerpo en cada postura.
Así que hoy te proponemos tres asanas que desarrollan fuerza y músculos en armonía con tu estructura:
La primera es Utkatasana, la Silla, además de las piernas, que es típico sentir ardiendo, esta postura trabaja también con la parte superior del cuerpo, ya que para realizarla correctamente se deben sostener los brazos estirados.

Otra gran postura que trabaja la fuerza en prácticamente todos los músculos del cuerpo es Utthita Chaturanga Dandasana, o Pakalasana, la postura de la Tabla o Plancha, una contracción isométrica, donde se trabajan abdominales, pero también glúteos, piernas, espalda y pecho. Es importante mantener los hombros separados, la mirada al frente y evitar que la cadera colapse para evitar lesiones.

Finalmente, Shishulasana, el Delfín. Se trata de una posición invertida que involucra los músculos centrales o core, además de trabajar los hombros.