Con una historia de más de dos mil años, la Iglesia Católica contra viento y marea se ha mantenido con más de 1,406 millones de personas en el mundo con diferentes ordenes como franciscanos, dominicos, carmelitas, agustinos, mercedarios y jesuitas, salesianos y múltiples Asociaciones y Órdenes Católicas entre ellas las de mujeres que profesan su Fe a la Iglesia Católica.
El nuevo Papa es estadounidense Robert Francis Prevost que escogió el nombre de León XIV, agustino con 69 años con doble nacionalidad, la peruana que obtuvo en el 2015.
Gran parte de su vida religiosa estuvo en Perú donde dirigió el seminario agustiniano en Trujillo durante 10 años.
En el 2014 volvió a Perú como administrador en la Diócesis de Chiclayo para después ser Obispo de esa localidad.
En septiembre de 2023 fue nombrado Cardenal. Se le conoce por estar de acuerdo con las políticas que llevó a cabo el Papa Francisco.
En este mundo cambiante en donde diferentes posturas se anuncian como la lucha dentro de la misma Iglesia entre conservadores y liberales, el lugar de la mujer en esta Institución, la inclusión de los divorciados y los homosexuales.
La pobreza en el mundo, la riqueza de la Iglesia, el celibato de los sacerdotes, la pederastia entre otros.
En donde hay una guerra soterrada en varios países con el riesgo que se vuelva mundial, el papel de las dictaduras y el populismo en donde toman como bandera “El bien del pueblo”.
Y viene el otro tema que le interesa: el empresariado, el trabajador, los inmigrantes y la justicia social.
El Papa León XIV tendrá mucho que hacer sobre todo luchar dentro de la Iglesia en donde tiene opositores.
Quizá hasta se va a vivir fuera del Vaticano como lo hizo el Papa Francisco.
El nuevo Papa se puede convertir en un puente entre Estados Unidos, América Latina y países del tercer mundo.
Su tarea no va a ser fácil. Pero se puede lograr con la voluntad de los buenos fieles y con el aliento del Espíritu Santo y la voluntad de Dios. Que así sea.
