Después de que Federico Wulff, contratado por Andrés Eppen, cuadricula lo que sería la villa de Torreón y como ya lo habíamos comentado, los italianos Antonio Bossi y Juan Pangrasi fueron de los primeros habitantes de la incipiente villa en construir una galera pequeña de adobe.
En la última década del siglo XIX vienen otras familias italianas a trabajar en la agricultura, especialmente en la vid.
Antonio Perelli Minitti nace en 1882 en Barletta, Italia, su familia se había dedicado a la elaboración de vino, así que desde niño conocía los procesos ya que ayudaba a su padre.
Se graduó en el colegio de vitivinicultura y enología en Conegliano, Italia. En 1902 emigra de Italia hacia California para trabajar en la industria del vino.
De 1910 a 1917 llega a la Comarca Lagunera y en sociedad con Práxedis de la Peña dueño del Rancho El Fresno del municipio de San Pedro de las Colonias siembran diversas variedades de vides.
Durante la Revolución se perdieron los viñedos obligando a Antonio a regresar a California donde va a ser pionero en la siembra de vides y la elaboración de vino en el área de Delano.
Antonio fue uno de los líderes de la industria vitivinícola en California. Perelli-Minetti & Sons es marca que fundó y que sus descendientes han continuado.
Un italiano que dejará su marca es el doctor Luis Paparelli. Cuando el historiador italiano Adolfo Dollero contratado por Porfirio Díaz para escribir un libro sobre México y su economía el escritor recorre el país visitando las industrias, haciendas y ciudades.
El libro se llamó: México al día (Impresiones y notas de viaje).
En la Comarca Lagunera en Gómez Palacio, Dgo. Luis Paparelli fue el anfitrión de Dollero. En ese tiempo Paparelli estaba asociado con la firma de Lavín y Sucesores.
Dollero comenta en su libro:
"Se bebieron en la mesa los exquisitos vinos de la Compañía Vinícola de Noé, a cargo del mismo señor Paparelli.
Encontramos muy bueno el Oporto, pero verdaderamente superior a todo elogio el vino tinto: "Recuerdos de Medoc". […]. Después de cenar, la señorita Paparelli, una flor de nuestra tierra acariciada por la brisa encantadora de los trópicos, además de varios trozos de música selecta, tocó el Himno a Garibaldi, la Marcia Reale y el Himno Mexicano, y se acabó la velada brindando por México y por Italia.
¡Que bellas horas! Qué lástima que al día siguiente tuviéramos que empezar nuestra vida nómada […]".
Dollero consigna en su libro que hay 68 italianos trabajando en la Compañía Nacional Mexicana de Dinamita y Explosivos con la mayoría de capital francés.
Con la revolución muchos de ellos se fueron de la región lagunera.
Familias italianas que llegaron a estas tierras a quedarse son: Gilio, Carussi, Sagui, Trenti, entre otros.
Amadeo Sagüi Zapatine originario de Zoppè di Cadore, llega a California en 1887 y posteriormente a México y trabaja en Guanaceví, Dgo. como capataz de minas y aserraderos. Llega a Lerdo, Dgo.
Invitado por don Fermín Delgado en esa visita conoce a Catalina Carussi, hija de italianos, después de 3 años se casa con ella y procrean 12 hijos.
En Lerdo compra parte de la hacienda de San Fernando y siembra sarmientos traídos de California. La hacienda se llamaba “La Viña”. La uva que producía era para mesa y para vino.
El vino que fabricaba era: aguardiente, vino generoso, vino blanco, y tinto. jugo de uva. Su marca era Cadorina.
La Casa Sagüi cierra en el 58. Faustina Lacapra viuda de Roque Carussi originaria de Palermo, Sicilia, se casa en segundas nupcias con Juan Gilio Vaglio originario de Vaglio Basilicata, Provincia de Potenza.
El nuevo matrimonio llega a la Laguna en 1896 y se instala en la ciudad de Lerdo, Dgo. Donde se dedica a la agricultura.
Faustina tiene tres hijas de su primer matrimonio: Catalina, María y Rosa.
Catalina se casa con otro italiano Amadeo Sagüi, María con Pedro Ortiz y Rosa permanece soltera. Juan y Faustina tienen 3 hijos: Antonio, Franco y Manuela.
Uno de sus hijos Antonio Gilio Lacapra se dedica a la siembra de la vid.
El rancho que trabaja se llamaba “La Esperanza”. Aurora Gilio y Juana María Tinoco Gilio me platican que el abuelo elaboraba vino generoso, y aguardiente. Con las uvas que estaban dañadas se ponían a secar en el techo de la casa para que se hicieran pasas.
La vida cotidiana de la familia en Lerdo, Dgo. era en la casa de las hijas de Faustina: Manuela y Rosa, ellas solteras se quedan a cargo de la gran familia.
Las tías hacían el pan, elaboraban sus pastas, tenían un molino para el espagueti, se hacía lasaña, ravioles, macarrón y tenían sus moldes.
En el patio de atrás de la casa había cóconos, (pavos), gallinas, becerros y puercos.
Con la leche de vaca o de cabra se elaboraba queso, requesón, queso fresco.
Del puerco elaboraban: jamón. En una barrica vacía se ponía vino e introducían la pierna de puerco con sal de mar, con una prensa la apretaban y la dejaban curarse.
Al mediodía el menú era: sopa caldosa, pasta, ensalada, carne o pescado, o pollo, pan blanco.
En la huerta se sembraban: durazno, mandarinas, granados, ciruelos, con la fruta se elaboraban conservas.
Se hacía aguardiente de granada y mandarina, nieve de limón, fresa y mango.
Las “tías” sembraban sus hierbas de olor: romero, laurel, tomillo y albaca para usarlas en platillos como el albondigón, los pescados y sobre todo en las salsas.
La comida mexicana se integró a las costumbres de la familia: tortillas de harina, machaca, papas con huevo, salsas de chile.
La influencia italiana en la industria del vino en la Comarca lagunera fue muy importante, desgraciadamente la vid se dejó de producir en a finales de los cincuenta.
(María Isabel Saldaña y Francisco Durán: Recuerdos y sabores de la Comarca lagunera, Secretaría de Cultura de Coahuila, Organización Soriana, Cimaco, México, 2014).
Por cierto, este libro se encuentra en digital en el Archivo Municipal de Torreón y se puede bajar gratis por si usted lo quiere leer.