Primo Levi comenta que la memoria es un instrumento maravilloso pero falaz. En los diarios o memorias los recuerdos se ordenan cronológicamente son subjetivos y muchas veces los recuerdos dolorosos, los que no son importantes o los no deseados los tratamos de borrar.
Pancho Villa. Retrato autobiográfico, 1894-1914 (edición preparada por Guadalupe y Rosa Helia Villa; Taurus, 2008). Contiene las memorias dictadas por Pancho Villa reunidas en versión taquigráfica por Miguel Trillo y transcritas por Manuel Bauche Alcalde.
Guadalupe y Rosa Helia Villa sus nietas estudian el manuscrito, cotejan su contenido, e investigan en el Archivo Histórico de la Secretaría de la Defensa Nacional en sus ramos históricos y cancelados.
Las citas a pie de página corroboran la versión de Pancho Villa. El texto incluye imágenes y mapas que ayudan al lector a ubicar los territorios recorridos por Villa. Por primera vez las memorias son impresas en su totalidad.
En estas memorias hay una valoración personal de Villa de su tiempo, de su mundo y de él mismo. Lo valioso de el texto es que la memorias fueron dictadas por uno de los personajes más importantes de la revolución mexicana. En ellas encontramos los ideales de Villa, su lucha por un país más justo, su amor a los niños, por la educación, su percepción de los actores de la revolución, su incondicional lealtad a Madero, su aversión por Huerta y por Pascual Orozco, y sus batallas más significativas en el movimiento revolucionario. Enrique Krause comenta. “Ni sus más enconados detractores han podido negar un hecho: sin el empuje de Villa y su División del Norte, es impensable la derrota de Victoriano Huerta tal como ocurrió. Era en verdad, el “brazo armado de la Revolución”.
Varios autores coinciden entre ellos Friedrich Katz en definir a Villa como un líder nato con una personalidad carismática que arrastraba a la gente provocando su lealtad. John Reed autor de México Insurgente comenta en uno de sus libros que “El fervor Villista alcanza niveles de idolatría”.
Se han escrito muchísimos libros, se han hecho películas, se han erigido múltiples esculturas de este personaje. ¿Por qué Villa escribe sus memorias? ¿Y por qué a los 35 años?. Pancho Villa al dictar sus memorias quiere dejar un precedente y dice “Que me conozcan tal y como fui, para se me aprecie tal y como soy” y las escribe para sus hijos. Cuando Regino Hernández Llergo del periódico El Universal le preguntó si había llevado apuntes de su vida, el general contestó: “Sí, día a día […] Ahí tengo mis memorias completitas […]. Esas memorias allí las conservaré hasta mi muerte. No pertenecen a nadie más que a mis hijos. A ellos les haré el encargo de que se las entreguen, a mi muerte, al más prestigiado historiador mexicano para que las dé a conocer a mi pueblo”.
Describir a Villa es difícil; como lo grandes hombres es un personaje querido u odiado y tiene muchos matices. La leyenda épica en la memoria colectiva lo ha llevado hasta ser santo, la leyenda negra lo hace un bandolero y la blanca es la realidad que vivió avalada por documentos y por la historia oral. Las historiadoras y nietas de Pancho Villa, Guadalupe y Rosa Helia lo muestran en este libro.
Un acercamiento a Pancho Villa a través de sus memorias editadas por Guadalupe y Rosa Helia Villa
- Cartel de espejos
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María Isabel Saldaña
Ciudad de México /