La historia es el relato de nuestras acciones, un libro en constante escritura donde cada uno de nosotros deja huella. No es solo nuestra historia personal, sino un legado que trasciende a nuestras familias, comunidades y, en última instancia, al mundo entero. Cada día, con nuestras decisiones y esfuerzos, construimos el futuro.
Imagina por un momento que puedes observar la Tierra desde el espacio. Un planeta hermoso, hogar de todos, que nos da la posibilidad de vivir, disfrutar y aportar para hacerlo un mejor lugar. En este libro de aventuras que es la vida, hay dos caminos: destruir, lo cual es fácil, o construir y sumar, que es el verdadero desafío y la clave para un futuro sostenible. Todo lo que sucede en cualquier rincón del planeta tiene un impacto global. La naturaleza no reconoce fronteras.
Por ello, es fundamental hacer realidad la frase “la unión hace la fuerza”. Como humanidad, enfrentamos un reto ambiental sin precedentes, y solo con un trabajo conjunto, aportando lo mejor de cada uno, lograremos marcar la diferencia. Imaginar un futuro en el que podamos decir con orgullo: “Hice lo que me correspondía, puse mis conocimientos y experiencia al servicio de la causa”, es el mayor compromiso que podemos asumir. Es un reto histórico que exige aprendizajes constantes, adaptación y colaboración.
La Agenda 2030 lo deja claro: todos los sectores y actores deben trabajar de manera articulada. No podemos ser espectadores, debemos ser protagonistas. El ODS 17 refuerza la importancia de generar alianzas para avanzar en esta hoja de ruta global. La clave es sumar desde todos los niveles de gobierno, sectores y regiones, porque solo así encontraremos las mejores soluciones, compartiremos aprendizajes y construiremos estrategias efectivas.
Desde Guanajuato hemos comprendido este reto y actuado en consecuencia. Enfrentamos enormes desafíos ambientales con determinación, creando la Secretaría de Medio Ambiente y Ordenamiento Territorial, que tuve el honor de encabezar. Desde su nacimiento, reunimos a los mejores especialistas del estado, articulamos esfuerzos transversales y trabajamos para posicionar a Guanajuato en la agenda ambiental nacional e internacional.
A pesar de ser una Secretaría de reciente creación, tuvimos el privilegio de liderar a los secretarios de medio ambiente de los estados del país por más de tres años y presidir el Corredor Biológico Cultural del Centro Occidente de México (COBIOCOM), una iniciativa de ocho estados comprometidos con la conservación de la biodiversidad. Representamos a los gobiernos subnacionales mexicanos en foros globales, aprendiendo de las mejores experiencias y trayendo a Guanajuato proyectos, colaboraciones y financiamiento internacional con el respaldo de agencias de cooperación, embajadas y organizaciones de la sociedad civil.
Ejemplo de ello fue la Comunidad Climática Mexicana, financiada por el fondo UK PACT del Reino Unido, que capacitó a todos los estados del país para fortalecer su agenda climática. Asimismo, los Diálogos Climáticos, financiados por la embajada alemana en México, permitieron intercambiar experiencias y desarrollar estrategias conjuntas.
Uno de los logros más significativos fue gestionar desde Guanajuato el primer proyecto mundial financiado por el Fondo Mundial del Medio Ambiente (GEF) para un conjunto de gobiernos subnacionales. Históricamente, estos fondos solo se destinaban a proyectos a nivel nacional, por lo que coordinar, estructurar y presentar una iniciativa para los ocho estados de COBIOCOM fue un desafío enorme. Como resultado, se aprobaron 10 millones de dólares para restaurar ecosistemas afectados por la plantación de agave, berries y aguacate entre 2024 y 2029.
Otra colaboración relevante fue con la Agencia Francesa de Desarrollo (AFD), con quienes conocimos el modelo de conservación de la biodiversidad en Francia. Su enfoque integral, donde cada orden de gobierno tiene estrategias claras, inspiró la implementación del proyecto Bioconnect en Guanajuato. Este estudio busca fortalecer la conectividad biológica en el estado, garantizando la protección de sus ecosistemas.
Uno de los momentos clave en mi trayectoria fue enfrentar el desafío de crear una secretaría, fortalecer la agenda ambiental estatal y articular esfuerzos entre distintos niveles de gobierno, sociedad civil y cooperación internacional. Nada de esto hubiera sido posible sin un equipo comprometido de mujeres y hombres apasionados por la causa ambiental. Encontrar aliados en cada rincón del estado fue una de las experiencias más enriquecedoras de mi vida.
Hoy, desde mi nueva trinchera en la Diputación Local y como presidenta de la Comisión de Medio Ambiente en el Congreso del Estado de Guanajuato, sigo convencida de que la clave para afrontar los retos ambientales es el trabajo en equipo. Por ello, continúo promoviendo la vinculación entre los distintos niveles de gobierno y sectores interesados en la conservación y el desarrollo sustentable.
Un ejemplo reciente es el acercamiento con el nuevo Comisionado Nacional de Áreas Naturales Protegidas. México cuenta con una riqueza natural invaluable y aún hay muchas zonas con potencial de protección. Conversamos sobre la importancia de fortalecer estos “pulmones verdes”, fuentes de agua y escudos contra el cambio climático. Además, exploramos la posibilidad de impulsar una Ley de Biodiversidad que garantice la preservación de nuestros ecosistemas.
Asimismo, estoy convencida de que la educación ambiental es clave para la transición hacia un modelo de desarrollo más sostenible. Por ello, presenté una iniciativa de Ley de Residuos y trabajaré para que la educación ambiental sea parte de la formación formal en Guanajuato. Este es un compromiso que debemos asumir para sentar las bases de un futuro sostenible.
Recorrer Guanajuato, conocer sus municipios, sus áreas naturales protegidas y sus comunidades ha sido un privilegio y una gran responsabilidad. Tanto desde mi función pública como en paseos familiares, he visto de cerca la belleza y los desafíos de nuestro estado. Pero lo más valioso ha sido conocer a compañeros de causa en todo México y el mundo, compartir experiencias y renovar mi compromiso con el medio ambiente.
Escribamos la historia con la certeza de que en materia ambiental no hay fronteras. La mejor manera de avanzar es sumando esfuerzos y trabajando en equipo. El futuro de las próximas generaciones depende de ello.