Política

Los jesuitas: desde su expulsión, camino al Vaticano

  • Columna de María Doris Hernández Ochoa
  • Los jesuitas: desde su expulsión, camino al Vaticano
  • María Doris Hernández Ochoa

En este mes de junio de 2017, se han cumplido 250 años de que fue proscrita la Compañía de Jesús de lo que ahora es México, por decreto del rey de España, Carlos III.

El motivo: falsas acusaciones de que se habían enriquecido de las misiones establecidas en varias ciudades del país; pero la verdad fue que el rey estaba receloso por el avanzado sistema educativo que aplicaban a los nativos mexicanos, en cuanto al valor de la verdad, la libertad y la importancia de vivir con un gobierno justo y nacional. Fue la simiente de la lucha por la Independencia .

Todos los colegios operando en la Nueva España: Casa de la Profesa, en Pátzcuaro, Guadalajara, San Luis de la Paz y San Luis Potosí, fueron clausurados y los religiosos puestos bajo custodia para su embarque a los estados pontificios de Europa, a donde llegaron maltrechos y enfermos en septiembre de 1768… Varios murieron durante la travesía.

El allanamiento de los conventos se dio a medianoche y simultáneamente, acatando órdenes precisas que aparecían en sobres sellados, que se iban abriendo uno tras otro según se cumplían las órdenes. No hubo resistencia, protesta ni discusión; los jesuitas simplemente tomaron sus libros religiosos y se dejaron conducir llevando sólo la ropa que traían puesta. Los guardias no encontraron nada de valor en el aposento.

La hora fue seleccionada para que los habitantes de las poblaciones no se enteraran y se opusieran con violencia, contra los comisionados del virrey y visitador José de Gálvez.

Quienes salieron luego a protestar a las calles al enterarse, fueron víctimas de la represión; hubo 67 ejecuciones.

En México se reestableció la Compañía de Jesús hasta agosto de 1814, por bula papal de Pío VII.

Por esa acción arbitraria de Carlos III, se perdieron las escuelas y los edificios construidos por la Compañía fueron confiscados, como el de san Ildefonso donde operó la Preparatoria Nacional y ahora centro cultural de la UNAM; también el edificio que ocupa la Universidad Autónoma de San Luis Potosí frente a Plaza de Fundadores. En general, los gobiernos sucesivos se han apropiado de los grandes edificios de las épocas Colonial y de la Reforma, por ejemplo, donde estuvo la Biblioteca Nacional.

El superior general de la Compañía, Adolfo Nicolás, ha comentado por el aniversario de la restauración que “…(debemos) aprender de las luces y sombras de nuestro pasado, con el fin de percibir con mayor claridad y entregarnos con más generosidad a lo que el Señor pide de nosotros en el momento presente”.

Ya Francisco Javier Clavijero, el primer jesuita mexicano que sufrió ese destierro, nos dejó testimonio de lo que percibía sería el México del futuro, una nación gobernada por mexicanos, según su “Historia Antigua de México”, primer testimonio de la mexicanidad.

Ahora la Compañía tiene a uno de sus integrantes en el Vaticano, ejemplo de humildad y sabiduría; se llama Francisco… y manda sus bendiciones al mundo… y a Carlos III.

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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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