El ciudadano común va formando una opinión acerca de quienes se encuentran en el servicio público, según su desempeño y comportamiento; de esta manera pocos escapan de la opinión negativa o mínima aprobación.
Del desempeño y efectividad el ciudadano expresa su opinión ya sea en su círculo personal o en encuestas. De esta manera nadie escapa a esa “auditoría popular” al ser casi reprobado. Gobernadores, diputados, alcaldes, regidores… están en la mira, sin escapar los empleados de cada nivel.
En el caso presente, el espectáculo que han ofrecido los diputados locales en las últimas semanas ha sido criticable por la forma en que se manifiestan, cada vez con mayor agresividad de unos contra otros, llegando a ofenderse con señales soeces, insultos personales, actos de fuerza y hasta el extremo de llevar música en vivo con canciones cuya letra intenta la burla.
La presidenta de la directiva que coordina Imelda Sanmiguel ha tenido que suspender sesiones por la alteración del orden: gritos y “porras” desde las galerías. “Este recinto merece respeto” , conminaba a todos.
Los partidarios de un candidato tienen el derecho de festejar pero también a protestar, según, al no aceptar un resultado que puede ser objetado. Pero para ello existen los lugares públicos o en sus recintos, pero… hacerlo bajo el techo que se presume augusto, solemne y respetable, como es un palacio legislativo, es una forma de rebajar su imagen.
Un recinto legislativo es el escenario perfecto para dirimir ideas y debatir proyectos de ley, exhibir conocimientos de las constituciones y sus reglamentos para apoyar propuestas, ajustar o modificar textos de acuerdo con la Ley Orgánica, dominar la oratoria parlamentaria para convencer, lo cual demuestra el grado de conocimiento… y educación.
Pero, ¿qué es lo que escuchamos, vemos o leemos? Insultos, burlas, cuchufletas, indirectas, ofensas y “ensañamiento musical” propio del despecho y el odio…
¿Son estos nuestros representantes populares? ¿Reflejan nuestros ideales de lo que debe ser un Poder Legislativo? ¿Están conscientes de que son parte de un gobierno, independiente del Poder Ejecutivo y del Judicial?
Decepcionante declive de uno de los frutos de la democracia: la pluralidad en un recinto legislativo. Todos son tamaulipecos y se deben respetar unos a otros. _
