El final lo es todo, idea todo el trayecto hasta él, tomando en cuenta todas las posibles consecuencias, obstáculos y giros de suerte que pudieran revertir tu intenso trabajo y ceder la gloria a otros; al idear hasta el final no serás arrollado por las circunstancias y sabrás en qué momento detenerte. Guía con delicadeza a la suerte y contribuye a determinar el futuro pensando las cosas con anticipación”.
Eso que dice Robert Greene en su ley número 29, es exactamente lo que define una estrategia política, tener clara la película completa y ser capaces de contarla hasta el final, teniendo en cuenta los posibles giros que habremos de sortear.
Por eso mismo, la estrategia política ha de ser flexible, adaptable y nunca rígida pues, de otra manera, al primer obstáculo, coyuntura o imprevisto estaría fracasando. Paradójicamente, debemos predecir hasta lo impredecible. Ese y no otro es el arte de la estrategia.
El éxito radica precisamente en la maestría con la que se construye el camino de la A a la Z y las vicisitudes que se nos estarán presentando en las letras H, D, S, P, M o en cualquier otra.
Es exactamente lo primero que aprendimos en álgebra, al trazar un plano cartesiano con la X y la Y, siendo la primera, en este caso, el camino a recorrer y la segunda, lo que podría desviarnos de él.
Para ejemplificarlo mejor, me viene a la mente el joven caporal que se enamoró de la hija del señor hacendado y no hallaba cómo llamar su atención para conquistarla, sobre todo, por el abismo social y económico que se interponía entrambos, hasta que un día se le ocurrió una ingeniosa estrategia: “Pintaré de verde el caballo blanco, lo sacaré del potrero, pasaré frente a ella cuando salga a tomar el sol, entonces me dirá: “¡Qué hermoso caballo verde!, ¿Podemos pasear en él?”. La subiré adelante y yo montaré en la grupa; le iré soltando la rienda al caballo verde para que empiece a galopar y luego a correr; entre brinco y brinco, ella sentirá el suave frote de nuestros cuerpos, que irá creciendo hasta llegar el éxtasis y, al ya no resistir más, me pedirá detener la marcha y descender al lado del río, donde súbitamente nos despojaremos la una al otro y el otro a la una de nuestras prendas, al tiempo que nos besamos apasionadamente y terminamos ella poseída y yo poseyéndola al ritmo de las agitadas aguas, el gemido del viento y el alegre cantar de las aves”.
A grandes rasgos, esa era la impecable estrategia, la cual puntualmente puso en marcha a primera hora del día siguiente, empezando por pintar al caballo blanco de verde.
Cuando pasó frente al porche del rancho, la magia empezó a suceder, pues, tal y como estaba planeado, la hermosa hija del hacendado, al ver semejante y reluciente bestia frente a sí, exclamó: “¡Oh, qué hermoso caballo verde!” ¿Podemos montarlo juntos y dar un paseo en él?”
A lo que el pobre caporal, balbuceando, respondió: “Eh, mmm, ahh”. Y ya no supo qué hacer.
Moraleja: No basta una buena estrategia sino llevarla hasta el final”.
De tarea
Hablando de caballos, arrancan las precampañas para este proceso electoral 2022, donde las apuestas favorecen a Morena en cinco estados, mientras que, en Aguascalientes, Tere Jiménez va en caballo de hacienda con PAN, PRI y PRD.
Marco Sifuentes