Será crucial la actitud y actuación de los diputados del PRI este domingo, cuando en el pleno del Congreso de la Unión se vote la Ley de Electricidad, -Ley Barttlet- propuesta por el presidente López Obrador, que sería dañina en el mejoramiento de energías limpias implementadas en México durante los últimos 30 años.
Expertos en asuntos de energía han manifestado que la nueva legislación propuesta por el Jefe del Ejecutivo federal no subsanaría la grave problemática que enfrenta el país, en cuanto a más y mejores tecnologías para generar electricidad sin dañar la ecología sustentable.
De manera grave y frívola, diputados federales y senadores de Morena, e incluido el mandatario, se han referido a la oposición como “traidores y defensores de los intereses de empresas internacionales”, por simpatizar con la generación de energías limpias y renovables.
Las descalificaciones que lanza el tabasqueño a legisladores por la defensa para que permanezca el crecimiento de las inversiones en energías sustentables son falaces, ya que se ha demostrado con hechos reales que las electricidades eólicas y solares, son las que evitan el calentamiento global.
Con los citados antecedentes, es posible que los 46 votos que tienen en su poder los diputados federales del PRI y que le hacen falta a López Obrador para imponer su ley, serán los que establezcan el fiel de la balanza y todo quedará como al principio: es decir, sin cambio alguno.
Cabe mencionar que la pretendida aprobación de la reforma constitucional que estará en juego este domingo 17 del presente, va más allá en su intento por limitar la participación de la iniciativa privada, al fijar un porcentaje mínimo de generación para la paraestatal de 54 por ciento y 46 de las empresas.
De igual forma, dicha legislación redactada por los integrantes de Morena por “decreto” de su guía moral, ordena cancelar todos los contratos de centrales particulares y a diferencia de la todavía vigente Ley de la Industria Eléctrica (LIE) aprobada el año pasado en la Cámara de Diputados, ni siquiera menciona las causas para la terminación de la misma.
De aprobarse la nueva ley, se eliminaría la autonomía de la Comisión Reguladora de Energía y del Centro Nacional de Control de Energía (Cenace) que como se sabe, es el operador del sistema eléctrico.
Asimismo, todos los amparos quedarían sin fundamento legal porque la Constitución en la que estos se basan habría sido modificada.
Los diputados de Morena y en seguimiento a pie juntillas de los designios de López Obrador, remolcarían a buen puerto la nueva legislación, incluso con una decisión de la Suprema Corte favorable al Gobierno, sería el acabose para los inversionistas extranjeros que quedarían sin protección jurídica de sus propiedades.
Y en cuanto al observatorio político, es factible que el domingo queden rebasados por vez primera las voluntades e imposiciones del presidente López Obrador para que su Ley Eléctrica quede sin aprobarse, porque hoy sí requiere el apoyo de los diputados federales del PRI, a quienes se ha referido de manera anticipada como traidores, de no ser solidarios con su voluntad.
Ya amenazó el propio tabasqueño de no lograr el consenso para aprobar la multireferida ley, exhibirá el lunes próximo en su mañanera, ante su claque, a los diputados federales del Revolucionario Institucional que según sus dichos, “prefirieron defender los intereses de particulares que los de la nación”.
Hasta el momento solo uno de los legisladores del tricolor, Carlos Miguel Aysa Damas, electo como diputado federal por el dedo de Alejandro Moreno, -quien fuera gobernador de Campeche y desde hace un par de años, dirigente nacional del PRI-, ha defeccionado para votar en contra de la legislación amloista.
Orillado quizá para que su papá, Carlos Miguel Aysa González, ex mandatario campechano y quien sustituyó al propio Moreno, sea electo embajador de México en República Dominicana por el pleno del Congreso de la Unión.
Empero, el resto de la bancada priista en San Lázaro hasta hoy viernes permanece incólume y en parafraseo del propio López Obrador, en cuanto a los “cañonazos” que les endilgan los particulares, los mismos están dispuestos a votar en contra de los intereses del presidente de México.
Lo que sí es encomiable es que los mexicanos seremos testigos de un hecho inédito en los anales de la “administración histórica” del mandatario. De oponerse los priistas a su aprobación y capricho de la multicitada ley, sin duda, reaccionará colérico desde el mismo domingo y colgará en los paneles y pantallas de led del Salón Tesorería de su Palacio Nacional, uno a uno los retratos de los legisladores tricolores a quienes “quemará” en leña verde, por la osadía de violentar el estado de derecho y ser, según su dicho, “traidores a la patria”.
Solo faltan unas horas para conocer a fondo el desenlace de la votación. Y usted amable lector, ¿por quién se inclina?
Notas de Trascendencia
A 100 días de su toma de protesta, Mario Paredes de la Torre, presidente municipal de San Juan Teotihuacan, reactivará el turismo en esa zona de tanta historia y trascendencia de nuestros orígenes y la más importante de Mesoamérica, para que lleguen como antaño miles de turistas y paseantes nacionales y extranjeros.
La región se encontraba en completo abandono y saqueo, hasta que el edil inició férreos trabajos de limpieza en todos los rincones del municipio, con la ayuda de trabajadores y ciudadanía dispuestos a erradicar la ambivalencia de las autoridades gubernamentales.
Varios logros se consolidarán en las próximas semanas en ese ayuntamiento gracias a la intervención del secretario de Gobierno del Estado de México, Ernesto Nemer Álvarez, que ordenó a Rodrígo Jarque, titular de Finanzas del gobierno estatal, el fondeo para que Paredes de la Torre cumpla con los compromisos contraídos con la ciudadanía. Enhorabuena.
Marco Antonio García Granados