Al paralizarse la economía mundial por la pandemia del coronavirus Covid-19, México ya resiente los estragos de la carestía apenas a dos semanas de que el gobierno federal adoptó medidas extremas de cerrar escuelas, comercios, negocios establecidos, entre otros, para prevenir y evitar el contagio masivo de la población.
Y en el reforzamiento de sus “datos”, el presidente Andrés Manuel López Obrador reiteró que tiene 400 mil millones de pesos en fondos extras para la emergencia por la pandemia y "en su momento", otorgará créditos sin intereses o tasas bajas a pequeños negocios, para paliar la crisis.
Comprometió ante los mexicanos ese monto, gracias a los ahorros “por el intenso combate a la corrupción” -su lema de las tres campañas presidenciales- para enfrentar la crisis económica provocada por el coronavirus
Si bien es cierto que López Obrador contempla un gasto inmediato por 34 mil millones de pesos en salud, que incluye 4.5 mil millones para los planes DN-III y Marina, los costos podrían elevarse tanto si la pandemia registra altos índices de contagio, que incluso ningún presupuesto -ni los 400 mil millones de pesos de reserva- alcanzaría para atender a los miles de pacientes.
Por supuesto que nadie le apuesta al fracaso de la nación y menos en estos momentos de apremio; empero, deberán cumplirse a pie juntillas todas las normas y determinaciones para que la ciudadanía se mantenga dentro de sus casas y evite las salidas innecesarias por cualquier pretexto, que pondría en riesgo a sus propios consanguíneos al retorno en el encierro obligado.
Ante la presión de los organismos internacionales, entre otros la Organización Mundial de la Salud (OMS) el presidente de los más de 130 millones de mexicanos adoptó medidas urgentes con el fin de evitar mayores sobresaltos y contratiempos que fueran en detrimento de la vida de los connacionales. De ahí que tuvo que manifestar que lo “ahorrado” sería utilizado de inmediato.
Lo interesante será ahora el curso que tomarán las finanzas nacionales, toda vez que el titular de Hacienda, Arturo Herrera, palideció cuando López Obrador lo pasó al estrado para manifestar que todo lo que se ha fondeado en los programas de salud para los estados, son “adelantos” de las asignaciones que les corresponden a cada uno de los 32, de los recursos que les regresa la Federación contemplado en el Presupuesto de Egresos del 2020.
En su “compromiso nacional”, Herrera argumentó que a través del Instituto Nacional del Bienestar (Insabi) ha transferido cerca de 15 mil 300 millones de pesos a las entidades para el periodo enero–marzo.
Esgrimió que, por la actual coyuntura, “vamos a adelantar los recursos” que correspondían a abril-junio y ya se hicieron las transferencias a los estados de 10 mil millones de pesos adicionales, y sumar a la fecha con estos nuevos 10 mil, un total de 35 mil millones de pesos para que ninguna entidad se quede corta de recursos y enfrentar “con decoro” la pandemia.
Con todo lo apuntado, -ojalá se cumpla, por el bien de los mexicanos- esperemos que la pandemia no llegue a límites inalcanzables. Que pase rápido esta crisis porque sin ser fatalistas, si se prolonga más allá de dos meses la “alerta draconiana”, los daños financieros serán irreversibles y en detrimento de las ya deterioradas micro y macroeconomía nacionales.