Este año, los mercados financieros han enfrentado un entorno difícil por tres razones principales: en primer lugar está la pandemia y la ola de ómicron, que generaron muchos problemas, en especial en enero —un inicio difícil de año— sobre todo en el sector servicios de todas las economías occidentales. Por fortuna, este tema en el momento actual ha mejorado en forma sustancial; el problema no está resuelto, pero va por muy buen camino.
En segundo lugar, los mercados financieros enfrentan la incertidumbre que ocasiona la fuerte inflación mundial, no queda muy claro cuándo empezará a ceder, aunque se mantiene la opinión de que es un tópico transitorio; lo que pasa es que esa transitoriedad ha sido mucho más larga de lo que se había anticipado.
Independiente de esto, y como consecuencia del gran crecimiento económico en las naciones avanzadas, las tasas de interés tendrán que empezar a subir. En la economía más importante del mundo, que es Estados Unidos, este proceso seguro comenzará a mediados de marzo, y lo más probable es que durante 2022 la tasa se siga incrementando. ¿Hasta dónde va a llegar?, es parte de lo que genera incertidumbre; desde nuestra óptica, la tasa de referencia subirá seis ocasiones 25 puntos base en cada una de las reuniones de política monetaria de la Reserva Federal de Estados Unidos, con lo cual, si estamos en lo correcto, la tasa llegará a 1.5 por ciento para fin de año, lo que ya no representa —a nuestro juicio— un gran problema, es más, ese 1.5 por ciento estará aún muy por debajo de la tasa neutral que se estima actualmente en 2.5 por ciento.
Recordemos que si la tasa de referencia está por debajo de la tasa neutral, la política monetaria todavía es favorable a la inversión. La tasa de referencia será restrictiva cuando supere a la tasa neutral, lo cual no se espera que suceda este año y posiblemente tampoco en 2023.
Así las cosas, en el mediano plazo el tema de las tasas de interés y la Reserva Federal dejarán de ser un obstáculo para los mercados y la incertidumbre tenderá a disminuir. El tercer punto, que hoy es el más difícil de considerar, es la intervención de Rusia en Ucrania. En esa situación no sabemos dónde estamos, si ya terminó la incursión o los rusos quieren ocupar toda Ucrania; además de ser un acto criminal por parte de ellos, pues los efectos que esto tendrá en la economía mundial son bastante inciertos, seguramente en los próximos días lo sabremos.
Mientras tanto los mercados financieros lo seguirán resintiendo y — tenemos que decirlo— los ajustes han sido severos, y desde nuestra óptica están muy cerca de representar una oportunidad. Hay que recordar que en los estados de crisis es cuando más dinero se puede ganar; claro que tiene sus riesgos, pero que nadie dude que habrá oportunidades.
Manuel Somoza