Una buena y una mala sobre el lago de Chapala. La buena es que las lluvias de 2022 le han dado un buen nivel de recuperación, al grado de que el fin de semana se encontraba en la Cota 95.88, lo que equivale a un nivel de captación de líquido de 72.44 por ciento de su capacidad.
¿La mala? Que las mediciones al lago muestran que del 14 al 23 de septiembre el nivel del embalse no ha crecido nada; es decir, tiene una semana estancado. Falta ver las mediciones más recientes, pero a como aparecen las cifras, seguramente Chapala ha alcanzado su punto máximo de crecimiento para este año.
Pero como dicen: la esperanza muere al último. El año pasado hubo un incremento en el nivel del embalse hasta el 12 de diciembre, por lo que nuestro querido lago creció como lo había hecho en muchos años. Hay en el registro actual una cifra estable, pero podemos esperar a que, tal vez, una semana o dos más de lluvia podrían ayudar a crecer, aunque sea poquito, el lago. Se esperan para esta semana tormentas tropicales. Mapas e imágenes de satélite mantienen las posibilidades de lluvia en la región.
Pero crezca más o no el lago de Chapala, es importante resaltar la importancia de la cultura del agua en Jalisco y México, y con ella evitar desperdicios. Baste recordar que del lago sale 60 por ciento del agua que se distribuye en el Área Metropolitana de Guadalajara. Prácticamente somos los responsables de que el embalse se vacía poco a poco por meses, hasta que se reanude el temporal.
¿A qué voy? A lo básico: debemos ahorrar agua. Este 2022 no fue tan terrible, pero el 2021 sí representó una seguía para el estado, y por supuesto que para buena parte de la ciudad. Cuidar el agua es la consiga. Veamos Nuevo León en meses pasados, y escarmentemos en cabeza ajena.
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