La escritura es una profesión que se perfecciona con el tiempo y “entre más letras juntemos”. Siempre que doy una conferencia o taller, me preguntan acerca de la forma correcta para poder redactar bien un texto y la respuesta es la misma: para escribir bien solo hace falta eso… hacerlo.
Siempre he pensado que escribir es más o menos así como la vida, en donde la experiencia es la mejor maestra. Porque dedicarse a esto es la decisión más hermosa que elegí y gracias a las letras justo en una semana estaré en la UNE acompañada por mis alumnos.
Aún recuerdo cuando la vida me llevó hasta encontrarme con quien sería mi mentor, el escritor argentino Alberto Laiseca. Él y mi padre son los culpables de que nunca haya parado de escribir y aunque hace algunos años se hicieron eternos, siempre les estaré agradecida.
En una semana empieza una nueva etapa de docencia para mí, pues si bien por más de dos años di clases de literatura en Buenos Aires, Argentina, la enseñanza en cada país, grupos y alumnos, son diferentes.
En estos últimos seis meses de haber regresado de nuevo a mi tierra, le agradezco a la vida el haber tenido mucho trabajo, pero nada hubiera podido realizarse si yo no hubiera puesto las letras sobre un papel.
Dicen que lo más importante para poder ser felices es hacer lo que amamos y cuando el trabajo es diario y es tanto, esta afirmación se vuelve una bendición. Y es así cuando todo se transforma y el trabajo… ya no nos cuesta trabajo. ¿Hay algo mejor que esto? De ahí vienen los mejores proyectos y después… las grandes posibilidades.
Así fue como vi nacer “Literatune”, el proyecto literario que sueño con que se convierta en un escaparate para los jóvenes que inician en este hermoso mundo de la escritura. Pero este tipo de plataformas escolares que son pieza clave de las instituciones educativas no solo sirven para entregarle un espacio a los alumnos para desarrollar su talento, sino para volver realidad sus sueños.
Cuando uno escribe es increíble darse cuenta cómo con tan solo 27 letras del abecedario tienes el poder de crear un mundo y al mismo tiempo cambiarlo. Así es escribir a diario, es crear, es gritar algo en silencio que se va haciendo cada vez más poderoso con tan solo leerlo: Eso mismo sueño para mis alumnos y “Literatune”.