Ya lo dijo Miguel Riquelme Solís, gobernador de Coahuila, no habrá marcha atrás en lo que a la reactivación económica en las cinco regiones del estado, pese a que los contagios por coronavirus continúan.
Ahora sí que se tendrá que salir a las calles, los coahuilenses empezarán a volver a sus trabajos, pero lo tendrán que hacer con responsabilidad y el ejecutivo estatal llamó a usar la conciencia, además dijo que en la entidad el uso del cubre bocas es obligatorio, por lo que, dijo, se habrán de reforzar las acciones de vigilancia en los filtros sanitarios, buscando que los coahuilenses los usen de la manera apropiada.
Durante la cuarentena los laguneros realmente se pasaron por el arco del triunfo las medidas sanitarias, además, poco parece importarles el aumento de personas contagiadas, de ser esta región el centro de la pandemia del covid-19. Si en esos tiempos no respetaron, ahora sí lo harán, ya que no hay vuelta atrás, la reactivación económica ha iniciado y en Torreón ya se dijo que comenzará en los próximos días con la reapertura de restaurantes, hoteles, mercados al aire libre, así como el comercio organizado, clubes deportivos y parques, mientras que todavía está por definirse para cuándo podrán hacer lo mismo los gimnasios.
Riquelme Solís reconoce que en algunas ciudades del estado donde ya se lleva un avance en lo que se refiere a la apertura de giros económicos, algunas de las medidas como el protocolo del uso de cubre bocas, así como de guardar la sana distancia se han relajado, por lo que ya se han empezado a aplicar apercibimientos, buscando cuidar la salud de los coahuilenses.
Indicó que se ha hablado con algunos ciudadanos que infringen esta disposición de Ley y lo que sigue será el cobro de multas. Además comentó que los alcaldes tienen las facultades de hacerlo y reforzar sus equipos de inspectores para monitorear a los habitantes de sus municipios.
No se duda que estas medidas se empiecen a aplicar, pero en Torreón, en donde parece ser que la vida no vale nada, difícilmente se verán a las autoridades municipales aplicando multas a los ciudadanos, ya que sus derechos humanos están por encima de todo. Ahora sí que no hay vuelta atrás.
