Todo indica que la contienda por la gubernatura será un dos contra uno, luego de que se registraran Armando Guadiana Tijerina, Luis Fernando Salazar y Ricardo Mejía Berdeja, para contender en el proceso interno de Morena para la elección del Coordinador de los Comités de Defensa de la Cuarta Transformación en Coahuila, lo que en castellano significa por la gubernatura.
Saben tanto Guadiana Tijerina como Fernando Salazar que tienen un hándicap en su contra y es el saber que Andrés Manuel López Obrador, Presidente de México, podría inclinar la balanza a favor del Subsecretario de Seguridad Nacional, sin importarle que el llamado “foráneo” no tenga los cinco años de residencia en Coahuila que se necesitan para poder participar en una contienda electoral.
Ya se comenta que los “amigos” Luis Fernando Salazar y el senador Armando Guadiana, podrían hacer un frente común, buscando en todo momento que el funcionario federal no quede como candidato.
Se ha dicho que si Guadiana Tijerina es el elegido, Luis Fernando lo apoyará, pero que la cosa es al contrario, el senador apoyaría al lagunero Fernando Salazar, pero nunca le darían el voto a Mejía Berdeja.
Es aquí en donde Mario Delgado, dirigente nacional de Morena, tiene que pensar bien las cosas, ya que por manejar el “dedazo”, a su partido le puede pasar lo que sucedió en Durango, ya que por colocar a Marina Vitela y no al senador Ramón Enríquez, quien era el que las encuestas marcaban como favorito, se llevó una muy dolorosa derrota.
En estos momentos se dice que en las encuestas el que va arriba es Luis Fernando Salazar, por lo que el lagunero piensa pelear hasta el final y además, en determinado momento la gente que sigue a Guadiana Tijerina, se le uniría y sus números aumentarían, dejando muy por debajo al Subsecretario de Seguridad en el país.
Lo que se observa es que si hay “dedazo” se puede presentar un divisionismo que a Morena no le conviene, por lo que el mismo Mandatario de la Nación debe de tomar la decisión de respetar el voto de la militancia del partido en la entidad y que sea, como dice él, que el pueblo elija.
De los tres aspirantes, el que se puede observar más seguro es Ricardo Mejía, lo que indica que en la misma Ciudad de México que él podría ser el elegido, pero a la vez, también por momento se le ve preocupado, al saber que sus rivales políticos se habrán de voltear y lo dejarán pelear solo contra el PRI, en lo que se dice será una contienda para él perdida.
Hay que esperar, todavía falta y se espera que la encuesta que defina al abanderado a la gubernatura sea real y no manipulada.
