En esta época de pandemia provocada por el covid-19, se dice que muchos son los jóvenes quienes no están respetando los protocolos de sanidad establecidos, siguen realizando fiestas, acudiendo a restaurantes bar, a antros, o bien, se la pasan en alguna quinta, pero en ningún momento se les puede ver con cubre bocas, guardando la sana distancia o desinfectándose las manos.
Lo que se puede observar es que ellos se la pasan platicando alegremente como si el coronavirus no existiera, con su bebida en la mano y para ellos todo es risas al calor del alcohol.
Al coronavirus parece que no le tienen miedo y los chavos siguen saliendo como si nada, disfrutando de su juventud.
Esto que pasa es algo que hace recordar aquellos años de violencia, en los cuales las armas eran las que hablaban y los jóvenes tenían que quedarse encerrados en sus casas, ya que corrían el riesgo de ser víctimas de la delincuencia, de alguna bala perdida, de que los confundieran.
En aquellos tiempos se hablaba de que su juventud se estaba pasando y no la estaban disfrutando, salvo algunos que se animaban a hacer "reuniones" en sus hogares y en los cuales ahí mismo se tenían que quedar a dormir, ya que si se regresaban a sus casas, algo podría pasarles.
Ahora no es la violencia extrema la que cobra vidas, es el covid-19 el que se las está llevando, mientras que los muchachos al ser más inmunes que las personas adultas, siguen con su vida loca y muchos pese a saber que están contagiados pero que son asintomáticos, andan esparciendo el virus por todos lados.
No cabe duda que a las balas si les tenían miedo, lo mismo que a los secuestros, a los "levantones", asaltos y a todo lo que se vivió en aquellos años en que la región lagunera se tiñó de rojo.
En las noches había un toque de queda simulado, ni los jóvenes ni nadie quería salir de sus casas, ya que el miedo que infundían las balaceras, los mismos grupos delictivos, era más que suficiente para mantenerse guardado.
Pero ahora que hay más decesos por los contagios, a los laguneros eso no parece importarle, ya que sienten que el covid-19 no es tan peligroso, tan mortal como una bala y por eso siguen saliendo, por eso nadie respeta las medidas sanitarias y por eso los infectados continúan apareciendo por todos lados.
