El 30 de noviembre del año pasado me encontraba sentado en el sillón de mi casa junto a mis dos hijos, mi esposa, mis papás y un par de amigos. Parecía que el milagro del futbol se consumaría; sin embargo, como desgraciadamente nos hemos acostumbrado, todo quedó en el deseo y en el “ya merito”. Una vez más, yo fui uno de los millones de mexicanos que sufrió, se molestó y decepcionó por el resultado de la Selección Mexicana obtenido en el Mundial, pero como dicen: “si no lloro, no más me acuerdo.”
Desgraciadamente, lo que sí me hace llorar, amiga y amigo lector, es la falta de oportunidad y de cobertura para otros deportes. Y conste que no estoy peleado con el futbol, reconozco su importancia en nuestra cultura, de hecho, lo practico en mi natal Agua Prieta; soy consciente del negocio que representa y como aficionado estaré sufriéndola con la Selección a pesar de que hemos experimentado algunos reveses (por no decir muchísimos, para que no se me agüiten dos que tres), pero también, es importante recordar que nuestro país tiene muchos otros deportistas talentosos que se la “parten”, como se dice coloquialmente, para representarnos.
Estamos a menos de 500 días para el inicio de los Juegos Olímpicos París 2024, esto brinda una gran oportunidad para la exposición y promoción de nuestros deportistas. México tiene una larga historia de éxito en otros deportes como el boxeo, clavados, taekwondo, tiro con arco, por mencionar algunos. Estamos a tiempo de concientizar al deportista, sus familias, al Gobierno, la iniciativa privada y a nosotros mismos sobre el rol que jugaremos para obtener un buen resultado.
El deporte tiene el poder de inspirar y unir a la gente, tenemos que hacer el esfuerzo por “voltear a ver” otros deportes; no me refiero a volvernos fanáticos, pero sí informarnos y seguir a nuestros deportistas, aunque sea en redes sociales. Debemos de entender que el deporte es una industria donde se requiere apoyo financiero para la preparación de los atletas, equipos y realización de eventos. Nosotros al seguir y apoyar a nuestros deportistas aumentamos su visibilidad y, con ello, sus posibilidades de encontrar algún tipo de apoyo.
Los invito a que, además del futbol, busquemos las alegrías de la victoria, las agonías de la derrota y las emociones de las competencias en otros grandes deportes que México tiene que ofrecer. ¡Que lo que murió en Qatar 2022, viva en París 2024!
Muchas gracias por su lectura, les mando un fuerte abrazo. “Inspiremos una generación”.
