Aguardaron hasta la mañana siguiente y llamaron a su trabajo. Se enteraron entonces que 24 horas antes no había llegado. Su madre y sus hermanos comenzaron una búsqueda que, al pasar los meses y la esperanza, se ha centrado en instituciones forenses y en fosas clandestinas.
Según el limitado registro con que se cuenta, son más de 70 mil las personas no localizadas en México, la gran mayoría a partir de 2008. Una cifra que a fuerza de calcularse y repetirse ha perdido su dolorosa potencia: acaba escondiendo el significado lacerante de cada desaparición y la aportación de cada persona faltante a la fractura mortal de todo un país.
En la lista de los estados con mayor tasa de desaparición han figurado siempre Tamaulipas, Jalisco, Sinaloa, Chihuahua o Colima. En la de los que no entregan registros están Baja California, Sonora, Guanajuato, Aguascalientes, Tlaxcala y Tabasco.
Y según la época surgen zonas específicas con mayor número de denuncias. Esta semana, en el municipio de Hidalgo, Nuevo León, donde se han hallado una cantidad inusual de fosas e indicios de restos humanos, Fuerzas Unidas por Nuestros Desaparecidos en Nuevo León (Fundenl) realiza una operación de gran calado con apoyo federal y local.
Otra de estas regiones es el municipio de El Salto, Jalisco, donde según un reportaje de ayer en Notivox en una sola colonia hay 15 desaparecidos. “En tan solo una cuadra, la señora que vende frituras busca a su sobrina; el de los tacos tiene un familiar que aún no ha sido localizado; el herrero no halla a su hijo Óscar y la señora María Guadalupe Peña llora la desaparición de su hija Jazmín que fue vista por última vez el pasado 25 de marzo...”.
No se sabe si la vida terminó para los buscados. Lo que se sabe con certeza es que la vida sí terminó para quienes los buscan. Nada importa, nada puede importar si no es parte de esa búsqueda; nada, si no lleva a tener aunque sea un dato sobre el familiar desaparecido.
En 2020, la pandemia se ha ensañado con los familiares, que ya habían modificado vida y trabajo. Pero las desapariciones no cesan. El primer semestre de 2019 dejó tres mil 679 desaparecidos. El mismo periodo de este año, 2 mil 332.