Política

¿Qué es Morena? El caso Nuevo León

Escuchar audio
00:00 / 00:00
audio-waveform
volumen-full volumen-medium volumen-low volumen-mute
Escuchar audio
00:00 / 00:00

Si uno se pregunta por la identidad de Morena en Nuevo León, la primera respuesta inevitable es: una priista para el gobierno del estado y un panista como probable candidato a la alcaldía de su capital.

Y la segunda es: un presidente morenista que visita Monterrey y que tiene su reunión más importante con los empresarios del estado.

Hay que matizar, por supuesto: Clara Luz Flores, candidata a la gubernatura, ya renunció al PRI, aunque lo hizo apenas hace un año.

Y no fue militante de paso: en 22 años, ha sido diputada local y tres veces alcaldesa exitosa en el municipio metropolitano de Escobedo. Pero le quedó claro que sus posibilidades de ser candidata al gobierno no estaban en el PRI y se acercó Morena, ayudada por su esposo, el aún priista Abel Guerra.

Ahora Flores cuenta con un buen grupo de priistas en la primera línea de su campaña. Y claro que hay morenistas locales que no aprueban la idea de una candidata recién llegada que, además, ha insistido en presentarse como abanderada ciudadana. Pero ante el claro apoyo presidencial no le han hecho más que ruido.

Ya con Clara Luz al frente, Morena ha buscado, para apuntalarse, un candidato externo a la presidencia municipal de Monterrey. Durante semanas negoció con Luis Donaldo Colosio, quien al final decidió quedarse en Movimiento Ciudadano y contender desde ahí. Clara y Morena continuaron su búsqueda entre panistas: queda este mes para encontrar un candidato.

En el PAN de Nuevo León muchos han quedado marginados por un liderazgo estatal que desde 2003 trabaja para sí mismo. Esta vez, la llegada de un candidato “oficial”, cercano a los dirigentes, junto con la acogida a las huestes del Bronco, tuvo sus efectos: algunos empiezan a mirar a Morena.

Víctor Fuentes, senador y ex aspirante a la gubernatura, impugnó el proceso interno panista tras la designación de Fernando Larrazabal. No ha renunciado a su partido, pero ya recibió de Clara Luz Flores una pública invitación a colaborar con ella. Él respondió sin palabras: pidió licencia en el Senado y preparó papeles.

Felipe de Jesús Cantú, otro panista connotado, ex alcalde de Monterrey y ex candidato a gobernador, sí renunció hace tres días al partido. Dijo que él no buscaba una candidatura a la alcaldía, pero que sí aceptaría alguna participación en otra fuerza política. Y uno de sus más cercanos colaboradores, Ranulfo Martínez, renunció también y se sumó al equipo de Clara Luz.

Es cierto, pues, que Morena en Nuevo León (y quizá en otros estados) es un licuado de partidos. Lo definen estas mudanzas de viejas militancias (y valiosas, esto hay que decirlo con todas sus letras) desde otras fuerzas. Está en manos de buenos operarios que, además, han sabido ganar.

Pero es un proyecto en construcción. Y no tiene planos. Tampoco tiene experiencias que dirijan una obra como esta. A lo mucho cuenta con una especie de refranero: “primero los pobres”, “abrazos, no balazos” (que las malas lenguas locales traducen como “Flores, no Guerra, en alusión al esposo priista de Clara Luz)...

Y cuenta con un presidente de izquierda que, en Nuevo León, prefiere reunirse con los grandes empresarios.

A estas alturas de la vida, uno se pregunta para dónde queda esa izquierda.

[email protected]

Google news logo
Síguenos en
Luis Petersen Farah
  • Luis Petersen Farah
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.