La afición del Santos es tan noble, tan sensible, que el sábado terminó teniendo mayor peso emocional el hecho de que el mejor portero de México, Acevedo, haya anotado gol.
La afición está poniendo ese hecho por encima del accionar de su equipo ante un rival que tiene nivel de la división de ascenso.
Querétaro solamente ha ganado un partido en lo que va de torneo. Es decir: al Querétaro casi todos le habían ganado.
Por eso había que someterlo como sometieron a Pumas, Cruz Azul o San Luis. Felicidades a Acevedo, de quien sobran decir calificativos positivos, pero hasta un niño de 10 años de Oaxaca (donde ni siquiera hay futbol de primera división) sabe que Acevedo es el mejor portero de la Liga.
Se le felicita, pues evitó una verdadera tragedia para su equipo.
Pero el Santos se plantó, hasta el golazo de Preciado, con una autoridad tremenda: de un equipo que se sabía superior en todos los sentidos.
El Santos tiene mejor plantel, mejor futbol, mejor dirección técnica… mejor todo! Por eso no haberle ganado al Querétaro es imperdonable.
Pero es que el Santos se sintió tan abrumadoramente superior, que poco a poco fue bajando las revoluciones y cayó en una especie de complacencia para con su débil rival.
La consecuencia ya la sabemos todos y el Querétaro fue creciendo hasta que le empató al Santos, luego le dio la vuelta y puso a todos a temblar ¿cómo era posible esto?
Creo que el Santos, desde que anotó el primero, debió irse abrumadoramente encima del Querétaro para anotarle el segundo y luego el tercero.
De esa amanera le habrían provocado un daño irreversible.
Ya con el 2 a 1 en contra, el Santos volvió a salir para el segundo tiempo con todo y Suárez empató con otro golazo (ya se le está haciendo costumbre).
Pero luego Fentanes pecó de cambios y de táctica. Entiendo su espíritu por darle participación a todos en el plantel, pero el hecho de que salieran Preciado, Campos, Brunetta y Aguirre, provocó un corto circuito en el equipo.
El acabose fue cuando el débil Querétaro anotó el tercero y todo se vino abajo.
Tuvo que ser Acevedo, que obviamente es parte del equipo, quien rescatara a sus compañeros y a Fentanes.
Gracias a que Tigres perdió, el Santos sigue en puestos de clasificación directa.
Pero viene la verdadera prueba de fuego, América en el Azteca, para ver si el Santos está para competirle y ganarle a los de la parte alta de la tabla, que son a los que se topará en una hipotética liguilla.
