¿Qué tan fuerte candidato será Ricardo Mejía Berdeja para contender por la gubernatura?
Más allá de su experiencia política, fuerte en posiciones plurinominales (sólo ha ganado una elección); Mejía es un candidato con baja rentabilidad electoral.
Falto de carisma y empatía, tendrá dificultades para conectar con un electorado diverso -en particular, con aquel de clase media, media alta y alta que será decisorio en las elecciones de 2023.
A pesar de ser un improvisado y malogrado en el tema de seguridad pública federal, Mejía intentará venderse ante el electorado como “el Gobernador de la Seguridad” y, para ello, criticará y demeritará el modelo que ha blindado a Coahuila del asedio constante del crimen organizado.
Buscará también, a pesar de no tener experiencia como presidente municipal o gobernador, abanderar la causa del “cambio y la libertad en Coahuila”; para emanciparnos del yugo priista que “destruyó al estado”, y que sobra decirlo, empezó a asfixiarnos a partir de 2005 -el año de la partida de Mejía a la CDMX.
De esta manera, Mejía se presentará como “el Gobernador del Cambio y la Transformación” sin experiencia pero sí, con lo único que tiene bajo el brazo, el modelo de la 4ª Transformación.
Finalmente, sin certeza de llegar al fondo, reciclará el tema de la deuda heredada por Humberto y Rubén Moreira para erigirse como “el Gobernador de la Honestidad”.
La Coahuila morenista ya espera a Mejía con brazos abiertos: si, en la cúspide de la desunión; de la ausencia de reglas; de la falta de disciplina partidista y de la descarnada lucha por el poder entre las distintas tribus amloistas.
Pero, sí Mejía es un candidato débil e inexperto que está por arribar a un carnaval mozambiqueño de tintes morenistas; ¿dónde reside su fuerza? En el apoyo de AMLO, presidente de la República, y de Alfonso Durazo, gobernador de Sonora.
Nada menos. Nada más.
Por ello, Mejía no es un enemigo pequeño. Y aquel que pretenda verlo así, en el pecado llevará la penitencia: el fin de 93 años de priismo coahuilense y el inicio de seis años de gobierno morenista.
Nota: Regresaré a nuestra conversación el 18 de abril.