Los dos puestos restantes tienen una coloratura de sociedad civil: la Secretaría de Educación Pública (Emanuel Garza Fishburn) y la Secretaría de Medio Ambiente (Susana Estens).
¿Cuáles son los impactos colaterales de estos nombramientos en el ajedrez político de Coahuila?
La gobernabilidad política del estado será responsabilidad de tres personas: Óscar Pimentel (Secretario General de Gobierno), Diego Rodríguez (sub Secretario de Gobierno y Comunicación Institucional) y Eduardo Olmos (Secretario de Desarrollo Regional de La Laguna). Éste también, tendrá otras dos funciones:
fortalecer las acciones de gobierno de Manolo en la Comarca Lagunera de Coahuila, e imponer límites a los caprichos de Román Alberto Cepeda, para asegurar su lealtad irrestricta al proyecto de Manolo Jiménez.
Carlos Robles Lostanau llegará al congreso estatal, para asumir su presidencia, porque Lauro Villarreal, titular de la diputación plurinominal que llevaba a Robles como suplente, será el encargado del CEAS.
El nombramiento de Xavier Herrera como Administrador Fiscal facilitará la reelección de Román Alberto Cepeda, en Torreón; y el encargo de Javier Díaz, como coordinador del Programa Mejora, permitirá la de José María Fraustro, en Saltillo.
Aunque, en el caso de Díaz, su responsabilidad lo posiciona como un fuerte candidato para la alcaldía de Saltillo en las elecciones de 2027.
El futuro del ex Secretario de Salud, Roberto Bernal, quien realizó un excelente trabajo durante los últimos seis años, está en el aire.
Coahuila tiene altas expectativas de los integrantes de este gabinete y de Manolo Jiménez. Entonces, la esperanza es una: Qué alcancen las alturas esperadas por el bien de ellos y de los coahuilenses.
Nota: El autor es Director General del ICAI. Sus puntos de vista no representan los de la institución.