Tampoco tengo conflicto de interés. Fui integrante -honorífico- de la Comisión de Selección del Sistema Estatal Anticorrupción. Un voto entre nueve del Órgano Colegiado.
En mi primer año me abstuve de votar por tres de los cinco consejeros actuales; porque a mi parecer, no poseían credenciales de vida ciudadana alguna. El segundo año voté por Leonor Gómez Barreiro qué perdió.
Sólo, en el tercer año, voté por Miguel Crespo, el cual, de haber continuado yo en la competencia por la secretaría técnica, podría haberse excluido de votar por mí.
De esta manera, mi nominación hubiera estado en manos de cuatro consejeros que no elegí.
Agradezco de manera entrañable las muchísimas muestras de apoyo de personas y organizaciones de la sociedad civil a mi candidatura.
Ellos fueron mi mayor triunfo y los llevo en mi corazón. Por ellos y sólo por ellos, este proceso valió la pena al final.
Dejo dos propuestas: una; que la persona que ocupe la secretaría técnica impulse las reformas legales pertinentes para establecer el Decálogo para Designaciones Públicas con el objeto de perfeccionar los mecanismos de selección del Sistema Estatal Anticorrupción; y dos; que los integrantes del Consejo de Participación Actual seleccionen -como seguramente así será- una terna finalista para la secretaría técnica, con tres perfiles que cumplan la convocatoria a cabalidad sin tener conflicto de interés alguno.
En ese sentido, espero una vigilancia estricta de los proponentes del Decálogo -PC29 y los Consejos Cívicos de Instituciones de La Laguna y de Coahuila- para asegurar que ambas propuestas se cumplan.
Con esta renuncia a favor del Sistema Estatal Anticorrupción, dejo constancia de mi buena fe, mi honorabilidad y mi compromiso con Coahuila.
Por ello, continuaré mi actividad de vida ciudadana con una certeza: el Sistema Estatal Anticorrupción de Coahuila se fortalecerá con mi declinación y con la elección de una Secretaría Técnica legítima, confiable y sin cuestionamiento alguno.
Cordialmente,
Luis García Abusaíd