“Se conserva nuestro ícono histórico”.
Hace 10 años, en el régimen del gobernador González Parás y previas gestiones realizadas para que una obra arquitectónica tuviera una restauración adecuada, de acuerdo a la época y al lugar, así como a la geografía artística de Monterrey, se inauguró el Centro Cultural Universitario, que el rector de la UANL, Rogelio Garza, recordó con afecto y admiración, ante la presencia del doctor José Garza, del presidente del Conarte, Ricardo Marcos, y de la directora de la Pinacoteca, Elvira Lozano.
En el evento se recordó la historia del Colegio Civil y las diferentes características que ha tenido este bello edificio, así como su impacto y presencia cultural y universitaria en el área metropolitana, y se hizo una remembranza de los arquitectos que lo diseñaron, así como de la colaboración de la UANL y el Gobierno del Estado para crear un comodato que ha permitido el trabajo conjunto en el área de las artes plásticas.
El Colegio Civil es uno de los pocos espacios que tienen un recuerdo histórico real en la vida de Nuevo León, pues ha sido hospital, luego prisión militar y después, a principios del siglo XX, edificio de la preparatoria No. 1, y el centro operativo de la Rectoría, hasta que el maestro Raúl Rangel Frías gestionó los terrenos en los que actualmente están las instalaciones de la UANL. La historia de esta área, como dijo el rector, hace recordar las funciones básicas de la institución que son: profesionalizar, investigar y ampliar la cultura, pensando siempre con visión social y con características de orden popular.
Llamó la atención la vinculación entre la universidad y el gobierno a través del Conarte, con la presencia de la Pinacoteca y de la UANL por medio de la Secretaría de Extensión Cultural, que dirigió muy bien Rogelio Villarreal y que ahora es administrada por un gran universitario, tratando de optimizar esta asociación entre universidad y gobierno, dado que en el mundo del gobierno a veces se olvida la importancia de la cultura y le reducen presupuesto, lo que ha sucedido recientemente a nivel federal y estatal.
Estoy en desacuerdo con la reducción presupuestal a la ciencia o a la cultura, porque son los gestores permanentes de la civilización, y me da gusto que el director de Extensión Cultural y el presidente del Conarte trabajen en armonía, para aprovechar los bellísimos espacios y dar continuidad a ese gran proyecto que ha permitido, según información reciente, que durante estos 10 años más de un millón de regiomontanos hayan gozado de exposiciones, actividades artísticas y conferencias; en fin, lo que es la semilla profunda del ámbito cultural, en un estado que se caracteriza por su gran acervo educativo y capacidad emprendedora.