¿Se está perdiendo?
Ayer se debatió en el Congreso la reforma eléctrica y cuando se escribió este artículo yo no estaba enterado del final de esta tragedia griega en que la diputación mayoritaria de Morena estaba lesionando la dignidad de la Cámara, al poner obstáculos a su discusión con la creencia de que la alianza del PRI, PAN, PRD impediría que Morena tuviera la mayoría para aprobar la reforma eléctrica.
En días anteriores los diputados disidentes tuvieron que llevar cobijas para dormir allí, por el miedo a que Morena hiciera una movilización que les impidiera entrar, pues como dijo el diputado Ildefonso Guajardo, saben que no cuentan con la mayoría absoluta y que esa ley, como está escrita, no se aprobará.
Esta es la razón por la que la diputación de Morena está planeando estrategias para bloquear la voluntad popular, que es lo que es la votación de los diputados, puesto que se eligieron para representar diferentes fracciones políticas, que siempre deben existir.
Yo fui diputado y a pesar de que el PRI dominaba la Cámara, nunca vi algún mecanismo para impedir el voto de quienes no estaban de acuerdo con el PRI. Es decir, se conservaba una dignidad de estilo para darle solemnidad al proceso y una imagen internacional democrática a nuestra nación.
Actualmente, como dijo el diputado Ildefonso, es imposible que pase una ley tan aplastante, tan categórica, tan fulminante de la participación de otras instancias en la generación de energía, dándole todo a la CFE, encabezada por Manuel Bartlett, e inhibiendo la inversión extranjera en áreas como la energía eólica, la solar, la hidroeléctrica y otras. Baste como ejemplo que Elon Musk, fundador de Tesla, quería poner una fábrica en Guadalajara y decidió ponerla en Austin, Texas, porque no estaba seguro de que en México hubiera estabilidad y respeto a la iniciativa privada o a la inversión extranjera.
Ojalá que esto nunca suceda, porque haríamos el ridículo internacional si alguien estorba el proceso democrático conforme a las leyes establecidas.
Descartes: Pienso, luego existo… Nunca hay que perder el estilo, porque sin él se pierde la esencia y el valor de un argumento o de una iniciativa y eso genera aislamiento internacional, que nos afecta a todos los mexicanos.