Ya es el colmo el Insabi.
Ahora resulta que los contratos que se hicieron con la Organización de las Naciones Unidas, que tiene una subsidiaria que no sabe manejar eso porque no es su función vender, fallaron. Y ahora el IMSS, que era una institución ejemplar en el mundo y los Centros de la Secretaría de Salud, no tienen medicamentos en 90% para muchos casos y eso ya es el colmo. La demostración más plausible es que el Insabi no está funcionando bien, y no me refiero a alguna persona o político, sino simplemente a la realidad objetiva.
Uno de los parámetros más importantes para calificar a un país es su régimen de salud y México, mal que bien con el Seguro Popular había logrado darle oportunidad a los pobres con enfermedades catastróficas y que no tenían seguridad social; esta última, siempre con la abrumadora mayoría que demanda servicios. Pero ahora resulta que, a pesar de que ha habido peticiones, se ha solicitado clemencia y el presidente ha dicho que se quitará el nombre si no hay medicamentos, el organismo que fue creado para ese objeto con la excusa de que no iba a haber corrupción, no está funcionando bien, lo que genera muertes y sufrimiento que antes no existían, bajando la calificación internacional de progreso en nuestro país, pues si no hay salud y educación, para qué queremos petróleo si no se puede inyectar o digerir.
El mecanismo para que la economía llegue a un régimen adecuado de salud no está funcionando y si persistimos en el error, nos estaremos autocalificando de tontos, por no usar una palabra más agresiva. Lo peor es que estamos dañando a los que menos tienen, que es a los que todos queremos defender para generar justicia social.
Yo respetuosamente exhorto a que se revise el Insabi y, al margen de personas, se busque a alguien que administre bien ese tema, porque es el colmo que el IMSS, que es parte del gobierno, esté sufriendo el problema y más aún los niños que no tienen capacidad de protestar ni de ir a la farmacia a comprar medicamentos contra el cáncer u otras enfermedades serias.
Descartes: Pienso, luego existo… Resulta que algunos contratistas que están concursando, parecen ser los mismos que se excluyeron y nunca se demostró su presunta corrupción en años previos.