El problema es el de siempre: vivir bien o ganar dinero.
Recientemente hubo un alboroto en La Huasteca y el encargado de coordinar ese tema es un personaje obsesivo por seguir en la política, el licenciado Fernando Elizondo, quien como persona preparada debe saber que el problema no solo es urbanístico, sino que tiene que ver con los objetivos de la vida. Él ha trabajado en el gobierno y en la iniciativa privada, y sabe del conflicto entre los valores y objetivos que tiene el arte-ciencia de ganar dinero y los intereses de la sociedad, y que no es fácil equilibrar ambos factores.
Por supuesto que La Huasteca es una zona que, igual que muchas en el estado, merecen respeto ecológico, y su destrucción traerá problemas, como la mala planeación urbana los ha traído.
La ciudad continúa creciendo y a pesar de que muchos gobernadores han querido descentralizar el área metropolitana no han podido. El tema requiere un trabajo de planeación y concertación. ¿En dónde queremos que vivan nuestros hijos? ¿En los bancos y en el comercio o en una vida sana que permita la convivencia humana?
Descartes: Pienso, luego existo… Se requiere armonía entre el ser y el tener.