Hay que terminar con los saludos y los besos.
Recientemente un investigador de Singapur describió las características del nuevo coronavirus, señalando que es mucho más contagioso que el SARS o la influenza, pero menos maligno. Además recalcó que, mientras otros virus se transmiten por las partículas que se excretan al estornudar o al toser, este se contagia por contacto mano a mano, mano a cara, o con objetos que hayan sido tocados. Es decir, es un virus de contacto.
De ahí que las mascarillas no son útiles, sino que lo que es útil es lavarse las manos continuamente, cuidar los instrumentos que toca uno todos los días, como el teléfono móvil y terminar con los saludos mano a mano, y sobre todo con los besos mujer-hombre, hombre-mujer o saludos entre amigas, etcétera.
Esa costumbre de los besos es nueva en México. Se inició hace como 40 años, pues previamente a la mujer no se le tocaba ni con el pétalo de una rosa, ni tampoco se daban besos para saludarse. Ya que hay una epidemia, regresemos al pasado tradicional.
Descartes: Pienso, luego existo… El coronavirus es de contagio directo; no es de partículas sueltas en el aire y por eso la mascarilla no va a resolver la situación.
