Lo señala la prueba PISA de la OCDE
Hace algunos días se publicaron los resultados que entrega cada tres años la OCDE, en donde México tiene una representación. En este informe se ratifica que la educación en México no ha mejorado en los últimos 14 años, en los temas básicos de lectoescritura, ciencia y matemáticas, y que estamos en los lugares 56 y 76 del mundo, en esa evaluación comparativa.
También es interesante ver en los resultados que China tiene ya el primer lugar y otros países orientales también ocupan primerísimos lugares en educación. Y por supuesto tienen un desarrollo acelerado e impresionante, ratificando mi convicción de hace más de 50 años, que la educación es la llave que abre las puertas al progreso, pues cuando no existe o es deficiente, se une la ignorancia con la pobreza y se deforman los valores, los países no progresan y no tienen innovación, ciencia y desarrollo tecnológico.
Igualmente en los primeros lugares, después de los orientales, están los países nórdicos, como Finlandia y Holanda, y da pena que México esté en este penoso proceso de la ignorancia.
Asimismo, no me parece adecuado que el secretario de Educación haya respondido que la OCDE es el grupo de los países ricos y que no podemos compararnos con ellos, porque esa es una aceptación de nuestro fracaso. Además, hay países de poco desarrollo económico, como Cuba, oprimidos por una dictadura, pero que tiene la mejor educación de América Latina. Lo anterior termina con el argumento del secretario.
Valga esta queja personal, porque durante más de 40 años yo he insistido en una verdadera revolución educativa muy simple, pues todas las que se han hecho y la que se está haciendo también, no han producido ni producirán resultados, porque se diluyen y no se concretan a aprender a leer y a escribir, aprender a contar y a pensar, y a usar la informática para su beneficio, que es muy importante en la época actual, y poderse comunicar con el mundo internacional a través del idioma inglés o chino.
Descartes: Pienso, luego existo… Sin educación de calidad nunca podremos resolver los problemas que nos han lastimado en los últimos 40 años. Sigamos el ejemplo de Corea del Sur, que tenía igual ingreso que nosotros y que ahora tiene un ingreso per cápita semejante al de los Estados Unidos.