Para ambos, el día ha sido muy largo y sobre todo más pesado que los tres anteriores, pues aunque él está acostumbrado a esas jornadas, ella se encuentra en el noveno mes de embarazo y por más que lo intenta, no termina de acomodarse a lomos del burro que recién consiguieron prestado para el viaje, un recorrido a pié de los ciento cincuenta y tantos kilómetros que distan entre Nazareth en Galilea y Efratá en el reino de Judea.
Ahí, piensa José, en ese pequeño poblado están enterrados los restos de la matriarca Raquel, quien murió en ese mismo camino luego de dar a luz a Benjamín, el menor de sus hijos, que con su hermano Judá, dieron nombre a esos territorios por los que ahora el cansado matrimonio busca un lugar donde pasar la noche.
Todo esto pasa ahora por la mente de José, recordando las palabras de Helí su padre, que mientras le enseñaba a cepillar la madera, le platicaba que ellos descendían de la Casa del Rey David, quien con Betsabé, la controvertida esposa de Urias, engendró a Salomón y del que ahora mil años después, de alguno de sus numerosos hijos descendían ellos.
Una vez más, se detienen y José pregunta si hay lugar en la posada, pero de nuevo le responden que está lleno, la orden de censo de población judía del emperador romano Augusto, ha atraído a un gran número de viajeros.
El sol comienza a esconderse en el árido horizonte y María con sus apenas quince años, empieza a sentir leves contracciones que preludian el momento del parto. José se desespera angustiado por la responsabilidad que siente por su ella.
Aunque como viudo no es la primera vez que vive esta experiencia, en esta ocasión todo es diferente, por un momento parecen regresar las dudas que tuvo sobre la fidelidad de María, pero el recuerdo de la voz del ángel que le hizo entender la condición divina del embarazo, lo hace tranquilizarse y confiar en que todo saldrá bien.
Y así sucede, de pronto salidos de alguna parte unos humildes pastores les ofrecen un cobijado y cálido pesebre que mientras cae la noche, se ilumina con la luz de una solitaria y brillante estrella.
