“Es cuestión de perspectiva”, suele escucharse cuando en el mejor de los casos, en tono conciliador alguno de los hablantes trata de terminar una discusión, sabedor de que no se va a llegar a ninguna conclusión compartida, dado que el punto de vista de cada uno es diferente.
Desafortunadamente cada día resulta más difícil que el razonamiento lógico prevalezca en las argumentaciones, pues por un lado el discurso mental con frecuencia se ve contaminado por emociones subyacentes de todo tipo, que nos impiden hacer análisis objetivos, por el otro, el uso y popularidad de las redes sociales, con todas sus ventajas y beneficios, también ha traído consigo un desbordamiento generalizado de protagonismo, con el que todo mundo se siente con derecho a opinar y aseverar cualquier cosa, por el simple hecho de haberlo leído o escuchado de algún “influencer”, como si la sola palabra impresa o la popularidad de alguien tuvieran patentes indiscutibles de veracidad.
En este escenario, no es raro presenciar cómo una discusión (entendida ésta como el análisis de un tema entre dos o más personas), se deteriora hasta el grado en el que los participantes tratan de imponer “su verdad” a toda costa, llegando incluso a la descalificación recíproca, y en no pocas ocasiones a la violencia verbal, de donde la pérdida del respeto y la ruptura de la relación personal queda a solo un paso.
Perspectiva en términos gráficos, es la manera de representar objetos, dando una idea de su posición, volumen y situación respecto del ojo del observador.
Pero la palabra también puede aplicarse a la interpretación que cada quien hace de la realidad según sea su punto de vista, esto no significa que todo sea relativo al criterio del que opina, sino que nos facilita comprender el ángulo desde donde el otro mira las cosas.
Pero sobre todo, mover la perspectiva nos permite ver con mayor profundidad de campo, para visualizar y analizar por igual factores cercanos y lejanos.
Perspectiva viene del latín antiguo perspicere y significa “mirar a través de”, con esta definición me quedo, y me quito de broncas.