Esta semana, Singularity Hub nos trae un artículo escrito por Jonathan M. Gitlin, en el sitio web Ars Technica, en donde relata cómo un grupo de estudiantes de la Universidad Técnica de Munich rompió el récord mundial de distancia recorrida por un automóvil eléctrico, con una sola carga de su batería.
Este vehículo, diseñado y construido por este grupo de estudiantes, al que bautizaron como MUC 22, fue capaz de recorrer en seis días consecutivos, 2,574 km, sin recargar la batería, que además es mucho más pequeña de las que actualmente se utilizan en autos eléctricos de producción masiva.
Las especificaciones del MUC 22 son impresionantes: es un vehículo pequeño, compacto, sumamente aerodinámico y diseñado para una eficiencia extrema; pesa tan solo 170 kg sin conductor.
A pesar de que el diseño original del MUC 22 incluye dos motores de 440 w, para este récord, los diseñadores escogieron utilizar solo 400 w de potencia.
Para dimensionar este dato, basta mencionar que esta potencia, es 268 veces menor que la potencia del Mazda MX-30, que es el auto eléctrico en el mercado con la más baja potencia.
Esta prueba se llevó a cabo dentro de un hangar techado en el aeropuerto de Munich, con condiciones climáticas totalmente controladas; lo que se buscó fue dimensionar hasta qué punto es posible eficientar un vehículo eléctrico y empezar a replicar sus especificaciones en la producción a nivel industrial.
El récord anterior era de 1609 Km, y el equipo logró alcanzar esa distancia en cuatro días; pero como la batería seguía con capacidad, continuaron por dos días más, alcanzando romper el récord previo por un 60% de distancia adicional, consiguiendo los 2,574 km.
Si hacemos la comparación de rendimiento, respecto del de un vehículo de combustible fósil, el MUC 22 logró un rendimiento equivalente a 1621 km/lt.
El récord tuvo lugar en un hangar vacío del aeropuerto de Munich, evitando cualquier interferencia del clima.
El récord anterior era de 1.609 km (999 millas), pero el equipo de siete conductores alcanzó esa distancia después de sólo cuatro días y, como la batería aún no estaba descargada, el coche siguió adelante por dos días más, hasta agotar su carga.
Es interesante reflexionar que esta prueba a nivel laboratorio fue hecha por un grupo de estudiantes, no por ninguna marca automotriz de nivel mundial. ¡Impresionante!