El cine y su papel como un resonante de las luchas sociales está presente desde hace mucho tiempo, pero pocas producciones saben acoplarse a esa premisa con tanta contundencia como Que sea ley.
El documental dirigido por Juan Solanas nos presenta varios testimonios desgarradores de las víctimas de un Estado que juega a favor de la hipocresía de los grupos conservadores en un país donde cada semana muere una mujer por realizarse un aborto clandestino.
Las experiencias que encontramos van desde las mujeres que ante un entorno de pobreza o abuso sexual tomaron esa alternativa, pero las criminalizaron por una postura doble moral y que las activistas feministas cuestionan: salvar las dos vidas o ninguna.
Sin embargo, la historia que sirve como un emblema de la lucha feminista en Argentina y derrumba esa justificación es la de Ana María Acevedo, quien fue diagnosticada con cáncer y al revisarla en un hospital notaron que estaba embarazada, dejaron de medicarla con el argumento de que querían preservar ambas vidas, pero eso no ocurrió.
Otro testimonio que ayuda a comprender la rabia y molestia de las activistas feministas es el de una mujer que fue encarcelada luego de que sufrió un aborto natural.
Cada una de las historias las exploramos mientras el documental nos introduce al debate nacional que se generó entre junio y agosto del 2018, cuando los grupos feministas pugnaron por hacer ley el aborto legal. Las luchadoras sociales consiguieron la victoria en la Cámara de Diputados, pero en el Senado se dio vuelta atrás.
El documental no es un simple conjunto de entrevistas y cifras para hablar de un tema tan complejo como el aborto, pues también representa un apoyo al activismo de miles de mujeres que no nada más están en Argentina.
El compromiso del director con la causa está más que presente y mediante una mezcla estética e informativa sabe transmitir un mensaje de solidaridad.
Los propios datos dan cuenta que apenas un 8 por ciento de las 320 millones de mujeres en los países latinos pueden abortar de forma libre y que los sectores sumergidos en la pobreza son los que se ven orillados a la clandestinidad, cuya estructura genera también dividendos para muchos grupos.
Que sea ley es una producción indispensable para quien quiera conocer más sobre una de las principales luchas de la marea verde.
Formó parte de la Gira de Documentales Ambulante 2020 que en esta ocasión tuvo una reconversión por la pandemia y pudieron disfrutar los mexicanos desde sus hogares. Su estreno estuvo enmarcado en la discusión de la despenalización del aborto en el estado de Guanajuato en mayo pasado, donde encontramos ciertos paralelismos a la película.