Las cifras de violencia en México son poco alentadoras y están acompañadas de permisividad e impunidad en gran parte de los casos.
Tan sólo en el primer semestre del 2019 se han reportado 17 mil 64 víctimas de homicidio doloso y feminicidio, en comparación con el mismo periodo de 2018. (El Universal, 02 de julio 2019).
Para frenar este tren que irrumpe con la paz de los/las mexicanos es necesario contar con datos confiables e información de calidad, ambos aspectos son vitales en los procesos de investigación con la finalidad de impartir justicia, tomar acciones preventivas y promover la evaluación de políticas públicas en la materia.
México Evalúa en su reciente informe Fallas de Origen: Índice de Confiabilidad de la Estadística Criminal (ICEC) el cual mide a nivel estatal qué tan fidedignas son las cifras de homicidios dolosos reportó que en al menos ocho entidades del país no se dispone de estadísticas criminales confiables y hay una intención sistemática de maquillar las cifras para reducir la incidencia delictiva de forma simulada.
El estudio concluyó que existen amplias diferencias entre las entidades con un peor y mejor resultado.
Los estados con indicadores favorables con una calificación superior a nueve son: Colima 9.57, Aguascalientes 9.36, Zacatecas 9.19, Coahuila 9.19, Querétaro 9.18 y Sonora 9.12; sin embargo, el Estado de México obtuvo 2.50.
El trabajo de México Evalúa es un buen punto de partida. “Que haya entidades que lograron alcanzar los puntajes más altos del ICEC es una buena señal” indica el informe.
Falta que las dependencias gubernamentales de la mano con la sociedad civil, sector empresarial y la academia hagan suya esta información, para que se puedan hacer diagnósticos acertados y así proponer soluciones.
En Coahuila conocemos de cerca cómo se vive la violencia, por eso contar con indicadores de calidad es una muestra de voluntad política (sin olvidar que es un primer paso) para afrontar con seriedad el problema y caminar en el sentido correcto.
@nonobarreiro
