Cultura

Mayo y sus flores

  • Taller Sie7e
  • Mayo y sus flores
  • Laura Olivia Hernández

¿Cuántos estallidos de color por las laderas de Tampico? Rosa, amarillo, blanco en las banquetas, calles, aceras, se mezclan con la humedad y crean horizontes impresionistas.

En los jardines, vemos recipientes de barro, plástico o una lata con flores y follajes multicolores que esparcen vida y amor. Estampas comunes de una ciudad tan vaporosa y fértil.

También en los techos abandonados están prendidas raíces, toman el sustrato del abandono que se ha acumulado por años. Tal vez, un pajarillo extraviado llevo con su pico hasta la cima del edificio una fruta y al paso del tiempo se convirtió en ese árbol que luce en la cornisa, como vigilante del paisaje.

Pienso en mi primo Fred González, cuando venía en busca de su raíz, lo primero que hacía era ir al mercado, para comprarse unos huaraches y un sombrero, se sentaba en la Plaza de la Libertad para mirar cómo iban y venían los señores, las mujeres, los jóvenes con sus pensamientos abstraídos, con la prisa de regresar a casa, con la alegría de disfrutar de la sombra y mirar, otros llevarían sus penas a cuestas, buscando el dinero que hace falta, una medicina que no hay.

Así, un sinfín de circunstancias que van y vienen por las calles de nuestra ciudad de ayer y hoy. Fred pensaba en su escena familiar si hubiera seguido aquí, pero la vida lo llevó a otros sitios de aventuras y estudio. ¿El destino dispone de nosotros?

Roland Barthes afirma que todo significado es conflictivo en cierto sentido. No es de extrañar que busquemos muy adentro de nuestra corteza espiritual, lo que nos ha mantenido a flote, porque en la vida siempre estamos inmersos en un tipo de lucha, alertas para sobrevivir, cuidar un estatus, llenar una hoja en blanco o simplemente regresar sanos y salvos a nuestra casa para descansar a pierna suelta.

La fisonomía del puerto ha cambiado, igual que nosotros y nuestros gustos, los recuerdos, el sabor, la nostalgia de caminar las calles sin la compañía de los que se fueron, calan hondo.

Deseamos, al dar vuelta a la esquina encontrarte con el recuerdo amoroso, sientes las manos de tu madre que acarician tu mejilla, te sonríe dándote un helado y te dice parafraseando a Teresa de Ávila, Nada te turbe, nada te espante, la paciencia todo alcanza, quién a Dios tiene nada le falta… carpe diem.


Google news logo
Síguenos en
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.